La Fiscalía de Juicio apelará el fallo que liberó a Gabriela López
La mujer que confesó ante muchas personas haber asesinado a su hijo fue absuelta porque el homicidio calificado contra el pequeño Agustín no quedó probado de acuerdo a las tareas de instrucción de la Fiscal Padulo. En los próximos días, la Dra. Ates presentará una apelación ante la Cámara de Casación. En su voto, el Tribunal cuestionó la instrucción.
La decisión conocida la semana pasada que beneficia a Gabriela López, acusada de asesinar a su hijo Agustín a los tres días de dar a luz, provocó la reacción de la sociedad y los cuestionamientos a la tarea de la Justicia. Aquí ni siquiera se pone en juego la situación de la mujer y si debe ser condenada o no, sino los caminos por los que transitó la causa, con una serie de imperfecciones que terminaron siendo favorables para la única imputada por el crimen, nada menos que un filicidio.
La medida será apelada por la Fiscal de Juicio Gabriela Ates, por lo que será la Cámara de Casación quien finalmente deba decidir si revoca el fallo y confirma la condena de nueve años de prisión que en Juicio Abreviado se había firmado contra López o ratifica la decisión del Tribunal Criminal N° 1 de San Nicolás, integrado por María Belén Ocariz, Laura Fernández y Ricardo Ramos, que la absolvió y dejo en libertad inmediata.
Padulo a marzo
La causa ha mostrado algunas cuestiones que dejan al descubierto las flaquezas del Poder Judicial, más precisamente en este caso de la Fiscalía actuante durante la instrucción, a cargo en ese momento de la joven abogada Franca Padulo.
La Jueza Laura Fernández, integrante del Tribunal que absolvió a Gabriela López, expresó en su voto las falencias halladas en el marco de la instrucción por parte de la Fiscal que impidieron comprobar el homicidio del pequeño Agustín.
En la requisitoria de elevación a juicio, Padulo destacó que entre los días tres y ocho de octubre de 2009 la imputada asesinó a su hijo biológico mediante el método de asfixia y que luego lo enterró en el predio donde vivía.
No obstante, la Magistrada Fernández sostuvo que el material probatorio incorporado como evidencia en el informe presentado no permite acreditar el hecho. Además, acentúa que se debieron extremar las medidas de investigación para poder contar con certezas que incriminen a Gabriela López.
En ese sentido, uno de los cuestionamientos más importantes del Tribunal tiene que ver con la actuación de Padulo ante los informes de los profesionales de la salud que realizaron las autopsias, el Dr. Dubini, médico de policía local, por un lado; y el Dr. Manuel Caro, perito médico oficial.
El Tribunal observó que ambos señalan que el bebé puede haber muerto a causa de mecanismos de asfixia externos o bien a causa de su propio vómito, sin descartar ninguna de las dos posibilidades.
Allí es donde aparece una de las principales fallas de Padulo respecto de la instrucción de la causa: tomó partido por el asesinato y acusó a López pero no solicitó nuevas pericias que den cuenta de sus afirmaciones.
Los jueces también sostienen que Padulo no ahondó en la búsqueda de pruebas que permitieran profundizar lo evidente para los testigos de la confesión de Gabriela López (periodistas, autoridades policiales, familiares), que por otra parte nunca fue reproducida ante la Justicia, ya que la mujer no declaró durante el proceso judicial.
Todo ello generó nada menos que dudas en torno a cómo murió el bebé, lo que sencillamente hizo que el Tribunal no pudiera comprobar fehacientemente lo que Padulo afirmó en su instrucción al solicitar la elevación a juicio.
Sin debate es más difícil
Evidentemente la instrucción no alcanzó y la ausencia de testigos que no fueron citados a declarar terminó siendo fundamental, al igual que la negativa de Gabriela López de hacerlo cada vez que fue citada. Hubo mucha gente alrededor de este caso desde el primero al último día como para que nadie haya sido llamado a declarar, más allá de los familiares directos que estuvieron con Gabriela López durante su permanencia en la clínica, tales como su hija mayor y el novio de ésta, además de Gerardo Sobrino, padre del pequeño Agustín, quien con su denuncia desentramó esta historia increíble.
Si bien hubo testimonios, nunca se profundizó la investigación, dejando en claro que siempre supieron más los medios que la propia Fiscal, apenas por el hecho de haber seguido el caso desde un principio y de acompañar a toda la familia López durante los días en que la imputada inventó toda esta historia. Mientras tanto, la instrucción se centró en lo que alcanzaron a reunir los empleados de la Fiscalía local y la propia Padulo, que recién fue anoticiada dos días después y llegó a la ciudad con el hecho ya consumado.
Todo a medias
El Dr. Cristian Pérez, Defensor oficial de la sospechosa, sostuvo que “no hay evidencias ni pruebas del homicidio”, y agregó que Gabriela López “no realizó ninguna confesión” ante la Justicia. “La que lo hizo en todo caso es la Dra. Cardoso, en violación del secreto profesional; eso es lo que consta en los videos y todo eso, la que hizo las declaraciones fue la Dra. Cardoso, el resto de las personas no estaba incorporada a la causa”, expresó.
Esto contrasta con lo asegurado por la Fiscal de Juicio Dra. Gabriela Ates a La Opinión, ya que consultada al respecto sostuvo que al menos tres de las personas que presenciaron la confesión habían sido incorporadas a la lista de testigos pero jamás fueron citados por la Justicia, al igual que la Dra. Mirta Cardoso.
Si bien para el Poder Judicial no fueron válidos los dichos de la abogada, alguien informó esa mañana que el bebé estaba muerto y que su cuerpo se encontraba enterrado en el campo. Ahora bien, si Gabriela López nunca declaró y los dichos de Cardoso nunca se pudieron acreditar, ¿quién avisó sobre lo sucedido? Porque es necesario recordar que la policía, peritos y fiscales fueron directamente al lugar señalado.
Incluso existen algunos otros puntos que de haber sido profundizados la causa habría tomado otro matiz. “Del cuerpo del bebé no se pudieron determinar pruebas del homicidio. Lo más probable es que la muerte haya sido una sofocación por inhalación de vómito, eso surge de dos autopsias”, destacó el Dr. Pérez. Aquí también –de haberse solicitado a los medios los audios donde Gabriela López se expresaba– se habría podido establecer que ella misma relató que antes de retirarse de la clínica había amamantado a su hijo.
Cardoso también opinó
Mirta Cardoso, la abogada que acompañó a López durante la búsqueda del pequeño Agustín, manifestó su sorpresa por el fallo que absolvió a la mujer que confesó haber asesinado a su hijo. Sostuvo que hubo “fallas en la investigación” y respondió a las acusaciones de violar secreto profesional que hizo el Defensor.
“Me sorprendió bastante el fallo, pero había una realidad: los que estuvimos cerca del caso supimos cómo se estaban haciendo las cosas desde la Justicia, veíamos las fallas que se estaban cometiendo”, dijo la abogada tras conocerse la decisión del Tribunal.
En ese marco, señaló a la Fiscal Franca Padulo como parte responsable: “Cuando pasan este tipo de cosas hay una responsabilidad del Fiscal que lleva adelante la instrucción preparatoria, porque es el que lleva la investigación y recolecta las pruebas”, sostuvo.
Sobre la acusación que hizo en su contra el Defensor Oficial Cristian Pérez, la abogada sampedrina indicó: “Da vergüenza como Defensor oficial, porque en el código de ética nuestro dice que delitos como estos quedan por la cuestión de uno, y mi conciencia no me lo permitía, por eso aclaré a la familia desde un primer momento que yo ayudaba sólo en la búsqueda de Agustín”. Además, recordó que “al momento de la confesión éramos varias personas y varias autoridades”.
En ese sentido, sostuvo que “el secreto profesional también tiene límites” y que Gabriela López no confesó el asesinato sólo ante ella: “Había 10 ó 15 personas dentro del estudio”, recordó.