Con la misma modalidad de otras estafas y tras recibir un llamado en el que una mujer simulaba estar afónica y ser su hija, la víctima cayó en la trampa y le entregó al delincuente todos los ahorros que guardaba en su caja de seguridad.

Las cámaras de la calle donde vive la víctima y las del interior de la recepción del edificio registraron las imágenes del momento en el que el supuesto “amigo contador de la familia que compartía encuentros en el mismo club del que son socios”, ingresa para llevarse en una bolsa una importantísima suma de dinero.

El hecho ocurrió el jueves de la semana pasada en horario bancario y el ingreso de la clienta del banco privado que posee cajas de seguridad no mostraba sospecha alguna. Era una clienta más que pedía acceder al sector donde un empleado debe abrir y cotejar la firma de la propietaria de ese servicio.

“El cuento era que necesitaba cambiar el dinero de manera urgente” para no perderlo, indicaron fuentes de la investigación a La Opinión.

Esta mañana en Radio Cuarentena fue difundida la foto del estafador que desde el viernes está publicada en redes sociales. La intención es obtener datos de quienes se dedican a este tipo de estafas cada vez más frecuentes y que para ser ejecutadas requieren de un rastreo pormenorizado de datos.

Por ahora el único consejo es alertar a quienes puedan recibir llamados de este tipo, utilizar algunas palabras claves previamente pactadas con la familia para poder evitar los engaños puesto que aún encontrando al autor es difícil probar el delito ya que por lo general “la entrega se termina realizando por voluntad propia y sin violencia”.

“No estás vestido como un contador”, le habría dicho la mujer cuando salía de su domicilio a buscar el dinero.

Consultado el registro de delitos que la policía elabora diariamente indica que la damnificada es una mujer de 93 años y que el ladrón esperó hasta el final del horario bancario para ir a retirar el dinero cerca de las 13.30 horas.

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Estafa a una abuela: hay foto y video de quien se llevó todos sus ahorros