A 20 años de una gran epopeya
El 17 de febrero de 1991, Juan Esteban Olivos se adjudicaba las 200 millas de Uruguay. Uno de los momentos más emblemáticos del ciclismo sampedrino.
El pasado jueves 17 de febrero se cumplieron 20 años de la gran victoria obtenida por el ciclista sampedrino Juan Esteban Olivos en las 200 millas “Vuelta de la Juventud” en Uruguay.
Con tan solo 18 años, el ciclista de nuestra ciudad se dio el gusto de alcanzar uno de los logros más importantes en la historia de este deporte a nivel local, y por aquellos tiempos lo destacaron como uno de los triunfos más notables en 60 años de ciclismo. Pasados 20 años, no fueron muchos más los momentos de gloria vividos en el ciclismo sampedrino, e igualado quizás por lo que Juan Pablo Villarruel o Carlos Giuliani han logrado en los últimos años.
El deportista nacido en el barrio Las Canaletas, alcanzó semejante victoria integrando el equipo Maroñas “C” y peleando mano a mano con los mejores ciclistas de la categoría.
“Fue algo inolvidable para mí”, recuerda Olivos. “Viajamos a Uruguay con la expectativa de ver como era todo y estudiar el panorama para creer en nuestras chances”. “Fue una carrera muy dura, donde me caí varias veces y debí luchar contra los mejores equipos del continente. Me acuerdo que de a poco fue sumando puntos importantes y llegué a la última etapa con muchas chances de ganar.
Recuerdo que Roberto Prezioso y el “Indio” Gómez se habían escapado y restando unos 30 kilómetros les dimos alcance. En el embalaje final todos querían ganar y no me quedó otra que dejar todo para poder llegar primero. Fue así que cuando faltaban 15 kilómetros me escapé con otros tres corredores y a pocos metros salté y saqué la ventaja que me dio la victoria”, recuerda Juan Esteban.
Después de esta histórica jornada, Olivos, ganó varias pruebas importantes y se perfilaba como uno de los ciclistas del futuro, pero un problema de salud le jugó una mala pasada y lamentablemente debió dejar de correr.
Hoy se lo recuerda como uno de los logros más significativos, para celebrar y difícil de igualar.