A 28 años del tornado de 1990, los oyentes de Sin Galera contaron anécdotas del histórico día
El 3 de noviembre de 1990 San Pedro asistió a uno de los fenómenos naturales más impactantes de su historia. Un tornado azotó a la ciudad, destrozó viviendas, voló techos y árboles, derribó antenas y dejó conmocionados para siempre a quienes vivieron la experiencia. Este sábado, en el programa de Lilí Berardi, los sampedrinos recordaron la intensa jornada y sus consecuencias.
Alrededor de las 18.00 del sábado 3 de noviembre de 1990 comenzó el fenómeno meteorológico más recordado de la historia de San Pedro: un tornado se desataba para hacer estragos en la ciudad y provocar destrozos en todos los rincones.
Ese día, hace 28 años, San Pedro quedó devastada: viviendas dañadas, techos volados, árboles caídos, antenas derribadas, vehículos destrozados por piedras de grandes dimensiones que llegaron a pesar hasta más de un kilo fueron parte de la jornada.
Quienes vivieron ese día lo recuerdan como una verdadera tragedia. Hasta hoy pueden verse en algunos puntos de la ciudad persianas que fueron dañadas ese día por la pedrada y que nunca fueron cambiadas. Allí permanecen, como testigos de la inesperada tormenta que arrasó con todo.
Este sábado, a 28 años de aquel día, Lilí Berardi recordó la tarea que hicieron los periodistas de APA: fueron tres jornadas completas de cobertura periodística y colaboración con la comunidad. Su comentario desató una gran cantidad de anécdotas que se contaron al aire o vía mensajes.
"Mi abuela se acuerda que mi mamá y mis dos tíos eran chicos y los metió bajo una cama cucheta a los tres, y mi abuela tenía un gato que mi abuelo lo había acostumbrado a estar atado afuera. Del susto se lo olvidaron y, cuando pasó todo, se acordó del gato y el pobre animal parecía una alfombra en el tejido. No murió pero estaba asustado", contó María vía WhatsApp y luego accedió a relatar la divertida historia en el programa.
Todos los sampedrinos tienen algo para contar de aquel inolvidable sábado de 1990. "Ese día se casaron Gerardo Pelletier y Natalia Estévez. Los vitreaux se rompieron en la iglesia. Les mando felicitaciones", recordaron sobre la boda del ahora concejal de Cambiemos.
"Mi marido trabajaba en Arcor y lloraba por cómo había quedado el techo se veía el cielo de los agujeros", contó Marta. "Parecía un bombardeo. La ciudad sin luz, vidrios, tejas, todo roto, sirenas, terrible", agregó Pablo en las redes sociales.
Uno de los mensajes de audio más emotivo fue el que envió el hijo del bombero Eduardo Daniel Rodríguez. Hoy con 35 años, recordó el momento en que la tormenta comenzó a amenazar y su padre lo llevó con la abuela, para ir a trabajar para ayudar a los afectados.
"Yo en la época del tornado tenía 7 añitos. Recuerdo que antes de que se viniera, estábamos en el cementerio, en el panteón, con mi viejo. Empezamos a cerrar los vidrios, porque veíamos que estaban abiertos y que iba a ser muy peligroso si se golpeaban" relató.
"Mi viejo es bombero de muchos años. Recuerdo, y me quedó muy grabado de ese día, su vocación: llegamos corriendo a casa, nos llevó a lo de su mamá y nos dejó ahí, con mi hermana, y salió a ayudar gente", agregó Rodríguez.
"Mi vieja abajo de la mesa en casa, nosotros con la abuela y él ayudando. No lo vimos hasta entrada la noche, la madrugada. Un susto terrible. Pero me quedó grabado eso: la vocación de todas las personas y en particular de mi papá", culminó su relato.
Cristian era repartidor en esa época, estaba en trabajando y le cayó una piedra en la cabeza. Fue el primer herido asistido en el Hospital por el temporal. "Me cayó la piedra y quedé inconsciente", recordó y narró su experiencia al aire.
"Me acuerdo que el barrio Futuro, donde vivía yo, fue el mas afectado. Cuando salimos de abajo de la cama con mi mamá y mis hermanos, las casas del frente no estaban: el viento las arrancó de cuajo . Recuerdos que tenía olvidado y hoy, viendo esta noticia, recordé", comentó Sergio, otro oyente que participó vía mensaje.
"A mí me tocó vivir el tornado con mis hijos chiquitos en la confitería que después se llamó Bariloche. Los chicos abajo del mostrador y los hombres intentando que las puertas no se abran. Lo que más nos llamó la atención fue una bandada de pájaros, de patos, que se pararon todos en la Plaza Belgrano. Y bueno, después la viveza: el agua mineral y las velas las cobraban el triple", recordó Ester.
Carlos contó que compró el Torino Grand Routier que había pertencido al intendente Juan José Sánchez. En la zona de la luneta, contó, tenía un abollón de ese día que nunca pudo arreglar: le había pegado una piedra de entre 800 y 900 gramos que cayó "por la municipalidad".
"Esa noche escuché una tremenda explosión y al otro día me enteré que se había caído la Torre que estaba en inmediaciones del club Los Andes", recordó, por su parte, Roque, otro oyente de Sin Galera que hizo su aporte durante el programa.
"Yo me acuerdo q mi marido estaba en la fabrica Arcor trabajando. Había dejado la Chevy en el patio; cayeron plantas, piedras y no le hizo nada. Mis dos hijos estaban debajo de la mesa y mi marido se vino caminando de la fábrica, con una linternita. ¡Qué feo que fue ese tornado", sumó Esmeralda.
Mariela contó que a su abuela el tornado le destruyó el techo de la casa: "Vivía sola, en una casa prefabricada y cuando empezaron a caer las piedras se le agujeró el techo, ya que las chapas eran de fibrocemento".
"Por suerte la parte del garage era de losa, así que pudo meterse ahí. Cuando terminó la piedra, mi papá la fue a ver y se veía el cielo, eran impresionante los agujeros, parecían cráteres, la casa quedó a cielo abierto", agregó.
"El 3 de noviembre del 90 fue terrible. Yo iba en bicicleta y me agarró en la esquina del Estadio, en el semáforo. Fue algo colosal las piedras", contó uno de los primeros oyentes que se comunicó con el programa para recordar aquel día.
"Para nosotros, en el campo, fue desastroso: nos llevó toda la cosecha, tuvimos un año que no sabés, re complicado. Pero bueno, tuvimos que seguir adelante", relató una mujer desde la zona rural. Los trabajos académicos sobre la cuenca frutícola señalan al tornado como el principio de los desmontes masivos que se sucedieron en las décadas siguientes.