84 viviendas: a un año desde que tomaron posesión de las casas sin terminar
Este jueves se cumplió un año desde el día en que los preadjudicatarios de las 84 viviendas de Villa Depietri decidieron tomar las casas para evitar usurpaciones, tras una reunión con el Gobierno, cuyos funcionarios les habían entregado una llave. Desde aquel día, la situación sólo cambió en términos habitacionales porque la mayoría mejoró lo que hoy son sus hogares, pero siguen sin respuestas.
El 13 de febrero del año pasado, tras una reunión en el predio con el secretario de Gobierno, los preadjudicatarios de las 84 viviendas del barrio Villa Depietri decidieron ocupar las casas a pesar de que todavía no estaban terminadas.
Las versiones sobre riesgos de usurpación provocaron temor en las familias que fueron sorteadas en el club Independencia. Como el Gobierno les había asignado a cada una la unidad habitacional que le tocaba y hasta les había entregado una llave, decidieron ocuparlas.
Fue, primero, para protegerlas. Luego, en medio de la polémica y con la causa iniciada por Arcor que dejó sin efecto los resultados del sorteo, decidieron quedarse. Muchos esperaban que a fin de 2023 se las entregaran, pero los plazos se demoraban.
La causa que inició Arcor también forma parte de esas demoras, puesto que paralizó todas las gestiones que pudiera hacer la Municipalidad desde el punto de vista administrativo para el proceso de adjudicación.
Pero también, y sobre todo, la desaparición de la empresa cooperativa Grupo Alfa: la constructora se fue sin terminar las viviendas, alegando falta de pago y reclamando redeterminación de precios.
La obra, financiada por el Gobierno nacional, quedó paralizada en términos presupuestarios cuando asumió Milei y se paralizó toda la obra pública. La certificación es materia de debate.
Cuando les entregaron las llaves y las familias ocuparon las casas que el mapa y la documentación municipal indicaba que les tocaba, no tenían aberturas ni sanitarios. Tampoco agua. Mucho menos electricidad, servicio que hoy tienen pero de manera clandestina.
A un año, la situación de las familias en términos formales no cambió. En el Juzgado Contencioso Administrativo, la causa no se mueve desde octubre. En el Gobierno nacional no hay señales de reactivación de la obra. La empresa no apareció más y el Municipio no tiene respuestas para dar.
Mientras tanto, los preadjudicatarios que residen en las viviendas las mejoraron. Incluso algunos están en obra para ampliar su casa. En la Justicia penal, Fiscalía desestimó acusarlos de "usurpadores", aunque tiene un expediente abierto.
Son 84 familias. 84 sueños que aquel 24 de febrero de 2023 cristalizaron en la alegría de los que salieron sorteados y que se fueron transformando en pesadillas a medida que pasaban los meses.
El 13 de febrero de 2024, los preadjudicatarios se cansaron y ocuparon las viviendas. Arcor demandó a la Municipalidad porque considera que no debería haber sorteado las casas sin haber tenido en cuenta el cargo con el que esos terrenos fueron donados en su oportunidad.
La posición del Gobierno es que los 84 sorteados son los legítimos adjudicatarios y que pase lo que pase en la causa, ellos seguirán en las viviendas. En el peor de los casos, el pueblo de San Pedro deberá pagar a la empresa multinacional el valor del terreno que disponga la Justicia, si es que le da la razón.
Mientras tanto, en el barrio pasó de todo: ventas, préstamos a cambio de materiales, alquileres, permutas, intentos de usurpación, renuncia a los derechos del sorteo y una empresa que a pesar de haber cobrado por el 96 por ciento de la obra certificada no pudo demostrar un avance tan significativo.
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