La tensión en el barrio y las disputas pusieron en alerta a La Opinión. Vecinos piden ayuda para frenar la violencia que se desató pasadas las 22 horas en el barrio. Hay niños dentro de la casa y vecinos refieren que la situación se anticipaba desde hace varios días. “La policía viene y se tiene que ir, es imposible”, dijo una mujer pasadas las 23. Durante la tarde los patrulleros llegaron varias veces y entrada la noche la situación se agravó. Cuando llegó la ambulancia había una joven de 15 años golpeada presuntamente con “una tumbera”. Al ser consultada la mamá dijo: “ahora estoy muy nerviosa pero estos fueron los mismos que me quemaron el auto”, sin precisar a qué hecho se refería. Sin embargo desde ese mismo celular hace pocos días se comunicó una joven que había sido liberada tras una persecución policial cuando transitaba con su pareja en una Duster verde. El vehículo que había usado el policía Jorge Luis Correa para ultimar a una persona y herir a otra en la zona de la Colectora de los Polvorines. El rodado tenía pedido de secuestro.

No hay datos, hasta el momento, que vinculen ambos hechos pero sí muchas quejas en la zona por los constantes conflictos que se ocasionan en el barrio.

“Haga algo, vengan, hay chicos acá adentro”, advirtió una joven que estaba dentro de la casa cuando otros vecinos intentaban ingresar a agredirla. Se refería a los miembros de una familia con la que ya mantienen una disputa que recrudeció en las últimas horas.

“Trajeron gente de otros barrios con todo, armas y rebenques”, indicaron cuando comenzaron las primeras agresiones que terminaron con una familia “atrincherada” y pidiendo por el arribo de más patrullas, algo que sucedió bien entrada la noche.

“Hace dos horas que están llamando” dicen desde las fuerzas policiales y hasta el Secretario de Seguridad afirma que han concurrido pero recién cerca de las 23.30 pudieron comenzar a actuar. “Hay conflictos de vieja data ahí”, refirieron porque no es la primera vez que los vecinos se quejan de la presencia de personas violentas y conflictos que se dirimen con violencia.

“La policía no puede hacer nada, cada vez son más”, indicaban desde un lugar próximo desde el que se divisaban los patrulleros.

Tras la intervención policial y la llegada de la ambulancia del 107, la situación siguió siendo tensa, pero desde el domicilio del que pidieron auxilio a La Opinión dijeron: mañana a la mañana vamos a ir a contar todo lo que está sucediendo. “De mi casa no queda nada, ya ni casa puedo decirle de todo lo que prendieron fuego”.