A un año de la muerte de Verónica del Valle Romero en un geriátrico, nadie preguntó por ella
Ni el lugar ni las autoridades dieron con su familia y la suerte de la mujer que se descompensó y murió tras una sesión de diálisis cuando llegó al lugar donde las autoriddes sanitarias de Baradero acordaron internarla. El lugar fue insepeccionado y se prometieron sanciones porque había más de 30 internos. Nunca se clausuró.
Sólo quienes compartieron el tiempo con ella en cada diálisis recuerdan su existencia. El misterio aún persite y a un año de la muerte de esta paciente no hay contacto con familiares y mucho menos una investigación sobre la suerte que corrió esta joven mujer que estuvo alojada en el “Geriátrico de la Vergüenza” que cuenta con la protección de quienes deben bregar por la situación de sus internos.
Un día antes del deceso, la recientemente asumida Secretaria de Salud, recorrió el lugar junto al responsable del monitoreo de casas de cuidados de adultos mayores, Diego Lafalce. Se descubrió que había denuncias previas y una orden de cierre que jamás se cumplió. Los abuelos debían bañarse en un mismo lugar, no tenían la higiene necesaria y aquella mañana contaron más de 30 en un lugar que apenas podía albergar la mitad.
Fueron varios los episodios que dieron lugar a noticias relacionadas con la precariedad con la que se asiste a personas que en muchos casos están “institucionalizadas”, pacientes con enfemedades mentales, indigentes e incluso jóvenes que pasan allí sus días.
El 11 de enero se cumplió un año de la muerte y hoy, se cuentan también 365 días sin sanciones que ya estaban escritas pero sobre las que nadie dio explicaciones. Verónica tenía 38 años y una historia.
“Los datos, videos, fotos, testimonios y la documentación comenzaron a fluir desde que La Opinión supo que la presencia de patrulleros y de una ambulancia el día 11 de enero a las 20.05 en calle San Martín al 1900”, decía la crónica de La Opinión que reveló que había un lugar en el cementerio donde yacía una NN.
El día de la recorrida de las autoridades, el dueño no estaba. Contaron 32 personas pero tras el fallecimiento nadie pudo precisar si entre ellas estaba Verónica.. Es llamativo que no exista comunicado ni obligación de dar cuentas respecto a los resultados de nuevas inspecciones que dependen de la Región Sanitaria IV y por ende del gobierno de la Provincia de Buenos Aires. Tampoco hubo organismos de Derechos Humanos ni investigación sobre quien fue durante más de una semana una NN en un lugar tenebroso.
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