A medida que pasan los días se van conociendo los detalles más inéditos del caso que desnudó una problemática de la ciudad a la que los principales actores miran de reojo y no se comprometen, que va en aumento y que tiene que ver con la venta de drogas, el consumo, la inacción y los ajustes de cuentas que se cobran a cualquier precio.

El caso se conoció recién el lunes a la madrugada cuando por orden de la fiscala Viviani una comisión de Prefectura allanó diversos domicilios y a partir de la revelación de La Opinión, a lo largo de la semana se fue dando una secuencia de operativos y detenciones vinculada a lo sucedido entre el miércoles de la semana pasada y el domingo.

Ese día fue cuando una de las víctimas de este grupo delictivo se acercó a la Comisaría aunque luego debió relatar lo sucedido en la sede de Prefectura al advertirse que uno de los principales actores pertenecía a la policía.   

El relato fue tan contundente que le permitió a la justicia actuar de inmediato y tomar medidas urgentes.

La Opinión tuvo acceso a las primeras actuaciones y lo señalado por el Dr. Pablo Visca quien tuvo que padecer en persona las presiones del grupo delictivo.

A la par aparecen las vinculaciones con distintos ámbitos de la comunidad, el manejo de planes sociales, las cooperativas y hasta “el verso” de haberle hecho frente a los grupos narcos con asiento en Rosario, como para “meterle miedo” a la víctimas en nuestra ciudad.

En su declaración el reconocido profesional destaca que Maximiliano Ramos y Carlos Devito se presentaron en su domicilio el sábado alrededor de las 19:30 y que permanecieron en el lugar hasta las 23.

También citó que habían hecho referencia al “incendio de dos viviendas, al fallecimiento de una persona que se había suicidado, y a otra que habían baleado”.

“Hablaron de una persona a la que llamaban branca que en definitiva fue la misma que terminó siendo abusada pero agregó que los dos se encontraban en una situación de consumo extremo”, manifestó con respecto al estado que presentaban tanto Ramos como Devito.

En otro tramo de la denuncia el profesional manifestó que “la charla en determinado momento cambió de tono, le preguntaron por una cosecha de cannabis que posee con autorización de Reprocram para consumo medicinal o intrafamiliar y hablaron de que en algún momento él fue tirador y que incluso tenía un arma de fuego.

Ahí fue donde Ramos y Devito le solicitaron verla pero previo a entregársela le sacó el cargador y lo dejó arriba de la mesa; Se la dio a “Maxi” y éste se la dio a Devito que tenía la cara transformada, lo miraba como con bronca, toma el cargador, lo puso en el arma, accionó la corredera y quedó en condición de disparo. Ahí cambió el tono de todo y le dijo… bueno doctor ahora vamos a hablar en serio, usted también me zapeó”.

El momento era de mucha tensión y allí el denunciante pensó lo peor. “Devito sostuvo que lo iba a matar pero que “Maxi” le dijo que no, aunque después iban a hablar, luego guardó el arma en la cintura y le dijo ahora es mía”. En ese momento el policía tomó el celular del abogado y se retiraron a bordo de la misma moto en la que habían arribado al lugar. “Consumían cocaína constantemente”, agregó.

En la misma presentación hacen referencia a Isaías Luppi a quien señalaron como “un transa a quien apuñalaron para que vendiera para ellos”.

Sobre la actividad de los involucrados como comercializadores de la droga la denuncia señala que “Devito la traía de Rosario y Maxi de Buenos Aires”.

El Dr. Visca manifestó que el joven privado de su libertad arribó a su casa una vez liberado y le dio detalles de lo sucedido en esos días. “Cuando llegó estaba llorando, muy angustiado, pidiendo hablar con el declarante, que lo hizo pasar y este le dijo que cerrará la ventana que lo iban a matar.

El joven contó que le sacaron todo porque le debía 19.000 pesoa de 5 gramos de cocaína, que había perdido toda la dignidad”, haciendo referencia al abuso sufrido y agregó que “iban a matar a su hermano, a su mamá y a todos, estaba paranoico”.

Actualmente la causa tiene a cinco personas detenidas y todas vinculadas directamente a lo que sucedió en el interior de la casa de la calle Rivadavia 1665. Lucas Ramos e Isaías Luppi se encuentran alojados en la sede de Prefectura Naval en Zárate; Maximiliano Ramos permanece alojado en la Comisaría Primera de San Nicolás, Ramiro Mansilla en la Comisaría Primera de la misma ciudad, y el policía en disponibilidad Carlos Devito se encuentra alojado en el calabozo de Prefectura Naval sede San Pedro.