En la edición 1295, La Opinión presentó el caso de Joaquín, el primer niño sampedrino que comenzó a ser tratado con aceite de cannabis para paliar las convulsiones que le provoca una epilepsia refractaria. El sábado, Nadia Oilher y Víctor Pereyra le pusieron su voz al relato de la larga batalla que tuvo que pelear la familia contra los malos diagnósticos, la ignorancia y la necesidad de consumo desmedido de drogas farmacológicas medicinales lícitas. “De 200 convulsiones con las pastillas bajó a 70 por día, y con el aceite de cannabis bajó a una sola”, sintetizan los padres de Joaquín, que hoy, además de ir a la escuela, jugar con sus hermanos, Teo y Cata, y hacer sus tratamientos de estimulación, “puede dormir tranquilo toda la noche”.
Ads