Adiós a “Cachi” Paz, histórico utilero y emblema de Náutico
Tenía 52 años y estaba internado en el Sanatorio Coopser producto de una complicación respiratoria. Trabajó 32 años en el Celeste, casi todos en el gimnasio José Geoghegan ligado al básquet y vóley. Consternación en el deporte sampedrino.
“Hace muchos años, yo todavía remaba, y me gustaba desconectarme del remo tirando al aro. Estaba tirando en el playón con una pelota destruida, me vio ‘Cachi’ y me invitó a ir al gimnasio que tenía que abrirlo, me dio una pelota y se quedó un rato conmigo alcanzándomela. Ah, ‘Cachi’ no me conocía”. El relato es de un reconocido deportista sampedrino, casi representante olímpico en Atenas 2004, que, tras dejar canotaje, jugó al básquet en la primera división de Náutico, club consternado por el fallecimiento de Juan Ramón Paz este jueves a los 52 años.
“Cachi”, como era conocido, estaba internado en el Sanatorio Coopser desde el lunes producto de una complicación respiratoria y su deceso caló hondo en el deporte sampedrino, sobre todo en el Celeste donde a partir de su trabajo y carisma dejó una huella imborrable en dirigentes, entrenadores y deportistas que lo frecuentaron.

Juan Paz fue empleado por Náutico en 1989. Su primera tarea fue administrar los vestuarios que están en la planta alta del restaurante hasta que Raúl Rossi, histórico jugador, entrenador y dirigente del básquet de la entidad le encomendó el gimnasio, tal recordó en una entrevista que brindó a La Opinión en septiembre de 2020: “En noviembre de 1991 el ‘Negro’ Rossi me llevó al gimnasio, abrió la puerta, prendió las luces y me dijo que tenía que venir acá desde las 14.00 hasta cerrar el gimnasio. Ahí empecé, siempre estuve a cargo del gimnasio. Iba haciendo otras cosas pero siempre en el gimnasio”.
Como utilero, “Cachi” aprendió de Héctor Lavena a quien lo traspasaron a las canchas de tenis. Le enseñó cómo tenía que administrar la ropa para los equipos de básquet y vóley; y armar y desarmar las canchas dependiendo del evento programado. Del que también adquirió conocimientos porque “sabía mucho”, fue del propio Rossi.

No jugó ni se interesó en ninguno de esos deportes sino que fue futbolista, defensor, de Independencia y América. Su nexo con Náutico lo generó gracias a su padre, que también fue empleado: “Mi papá era calderista, venía al club con mi viejo y jugaba al fútbol. El básquet no me gustaba, fui a ver algunos partidos del Provincia en su momento porque los deportes me gustaban. Siempre iba a ver antes de empezar a trabajar”.
Paz coincidió con los mejores momentos deportivos del Celeste cuando en básquet la entidad competía en los provinciales de mayores y, en vóley, llegó en 1995 a la Liga de Honor siendo el único equipo en la historia de San Pedro que participó en la elite de Argentina en su deporte. En su rol como integrante de los cuerpos técnicos, viajó miles de kilómetros y trabajó en estadios emblemáticos como el Héctor Etchart de Ferro en Capital Federal.

“Cachi” era un emblema de Náutico, al que el pasado 2 de junio volvió tras varios meses de licencia por ser paciente de riesgo ante el coronavirus. Estaba contento de regresar a su lugar en el mundo y a su labor de utilero, un puesto que en los clubes ya no es común y partir del que, junto a Marcelo “Toti” Pugliese en Mitre, quien falleció pasado el 4 de junio a los 54 años, construyó su camino en el deporte local.
Sin Juan Ramón Paz, el gimnasio José “Pepe” Geoghegan ya no será lo mismo, como no lo es desde que empezó la pandemia y él, su “dueño”, se ausentó. Entrenadores y jugadores, con los que siempre tuvo una excelente y respetuosa relación, lo van a extrañar, sea para compartir un mate, hacer un chiste o pedirle algún favor que los saquen de apuros.
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