En Radio Cuarentena, Melina Ramirez, vecina de Las Canaletas, se refirió a los problemas que enfrentan los vecinos del barrio en el marco de la obra de adoquinado de calle Juan Ismael Giménez que lleva meses en ejecución.

“La obra empezó a fines de marzo, si no me equivoco, en 4 meses iban a terminar toda la calle, desde bajada de Chaves a la 11 de Septiembre, pero estuvieron de paro, donde nos habían cortado la calle no podíamos pasar, estaban las pilas de adoquines”, contó.

Para el fin de semana del Festival Country, los vecinos observaron que abrieron la calle al público, aunque estaba “sin terminar”. “Ayer volviendo con mis hijos de la escuela, me encuentro con que la calle está cortada de nuevo y que están levantando otra vez los adoquines en la parte de la cancha de América”, explicó.

El nuevo contratiempo obligó a la vecina a bajarse del remis y emprender el camino con sus hijos caminando. Para hacerlo, debía atravesar 5 cuadras y, al toparse con los trabajadores, lanzó su planteo.

“Les dije a los chicos ‘Siempre lo mismo, por qué no avisan’. Entonces evitan que la gente se choque con ese problema. Uno de los chicos estaba sentado tomando mate y otro estaba con el celular jugando a un jueguito de tiros. Les digo ‘¿Esta es la manera de trabajar?’ Y me dicen qué querés que hagamos si la gente no deja de pisar la calle”, explicó Ramírez.

Tras ese episodio, la discusión fue subiendo de tono y, como en otras oportunidades, la vecina escuchó frases que la incomodaron. “No es solamente a mí, a varias chicas del barrrio. Me parece una falta de respeto, porque tienen que estar trabajando, no estar pendiente de quién pasa o no”, detalló.

A La Opinión llegan a diario los reclamos de vecinos a lo largo de ese tramo de Juan Ismael Giménez para quienes la obra es un dolor de cabeza constante y parece no tener fin.

“No entendemos qué está pasando, hay partes que tienen baches, están puestos los adoquines pero hundidos. De los cinco días que uso la bicicleta, 4 se me rompe o se me pincha. Las motos pasan lo mismo. El auto no siente tanto el traqueteo de la calle. Ninguno aguanta”, reclamó Ramírez en diálogo con Radio Cuarentena.