Aprender en el Hospital: la experiencia de Florencia y Valentina, estudiantes de bioquímica que ayudan en el laboratorio
Tienen 24 y 22 años, respectivamente, y están en la recta final de sus estudios. Por curiosidad y con ganas de aprender, preguntaron en el nosocomio Emilio Ruffa si podían ir y les abrieron las puertas. "Andan muy bien", aseguró Adrián Spotti a La Opinión.
Florencia Pantanetti y Valentina Gobo estudian en la facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional del Rosario (UNR). Están en quinto y cuarto año, respectivamente. Como todos, desde que comenzó la pandemia de coronavirus tienen clases virtuales y lo que practicaban en el laboratorio lo empezaron a ver a través de la pantalla.
Con el entusiasmo de aprender golpearon la puerta del laboratorio del Hospital, les abrieron y actualmente ayudan en muchas de las actividades diarias. “Vienen a aprender y de paso nos dan una mano. No abundan los estudiantes de bioquímica, aprovechan a hacer un poco de práctica y ver cómo funciona el Hospital en plena pandemia”, contó a La Opinión el jefe del laboratorio del nosocomio Emilio Ruffa, Adrián Spotti.
Florencia, de 24 años, estudia bioquímica desde 2015 y, al principio, le costó: “Primer y segundo año fueron muy difíciles, recursé materias. Seguí metiéndole garra, empecé a agarrar voleo y ahora estoy en el último año”. Valentina, de 22, está en el cuarto y cursa algunas materias con su compañera, aunque tienen diferentes programas. Ambas concluirán la cursada el año próximo.

“Vinieron con muchas ganas de aprender y nos están dando una mano”, agregó Spotti quien destacó que “andan muy bien”. No es la primera vez que alumnas aprenden en el laboratorio del Hospital porque anteriormente otra sampedrina, también bioquímica, realizó las prácticas allí y se las validaron en la UNR.
Las jóvenes desembarcaron de manera similar. “Me contacté con Adrián para ofrecerme a colaborar en lo que pudiera y hace un mes me avisó que empiece a ir. Arranqué a principios de junio”, contó Gobo. Pantanetti está desde diciembre de 2020: “Fui al Hospital a preguntar, le comenté a Adrián que quería ver cómo se trabajaba, agarrar experiencia y aprender y el 10 de diciembre del 2020 arranque”
“No es lo mismo la facultad que el día a día en un laboratorio”, dejó en claro Florencia. Y detalló: “El año pasado y éste cursé materias muy específicas y por no tener clases presenciales no sabía cómo se hacían un montón de cosas, verlas por la computadora no es lo mismo que hacerlas. Quería saber cómo se trabajaba”.
“Vinieron con muchas ganas de aprender y nos están dando una mano”
Adrián Spotti
Para ellas no hay horarios. El laboratorio funciona las 24 horas y, mientras pueden, van. No importa si es día de semana o fin de semana. “Mientras estoy libre voy a dar una mano porque me gusta, estoy muy contenta y muy cómoda”, aseguró Florencia cuya única experiencia laboral anteriormente fue en la colonia de vacaciones de Náutico.
Las estudiantes hacen de todo un poco. “Hago extracción y procesamiento de las muestras en general y también colaboro con los hisopados. En general son cosas que me enseñaron en la facultad, pero otras las estoy viendo y aprendiendo en el Hospital. Todo lo que hacen en el laboratorio es un aprendizaje para mí. Así que a medida que voy aprendiendo, sumo tareas para realizar”, explicó Valentina.
Florencia detalló: “Cuando arranqué empecé con extracciones de sangre. Había sacado dos veces sangre nomás, no tenía experiencia de nada. Después me metí en el laboratorio y al principio yo no sabía hacer nada, tenía la teoría pero no la práctica. Me enseñaron técnicas de coagulograma, aprendí a usar el equipo de hemograma y el de química que es el más difícil y complejo. Después preparaba las orinas, fui a hisopar a pacientes, aprendí a cargar órdenes en el sistema y el trato con las personas”.

Al igual que Gobo, a medida que aprendió le adjudicaron más tareas en solitario, aunque aclaró que los bioquímicos del plantel de Spotti “validan todo”. “No tienen problemas que vayamos a ayudar. Ahora vamos cuando podemos porque ellos siempre necesitan una mano porque en esta situación están saturados. Además nos sirve a nosotros porque aprendemos. Siempre tenemos las puertas abiertas de ir cuando queremos”, comentó.
Florencia y Valentina está agradecidas con el laboratorio del Hospital por abrirles las puertas, más aun en el contexto de pandemia donde no sólo ellas aprenden sino que los profesionales también. El equipo de Spotti lo conforman los bioquímicos Rodrigo Peña, Nicolás Gregorio, Luciana Artigues, Cecilia Larroque, Belén Santos y Fabián Rodríguez; las técnicas Patricia Leiva, Claudia Altolaguirre, Alejandra Olivera y Sofía Ibáñez; las secretarias Sabrina Adrover, Roxana Mandraccio, Yolanda Giglio y Julia Castellán; y Estela Ríos que se encarga de la limpieza.
“Es un lindo grupo de trabajo y además de ser profesionales se pusieron a la altura nuestra a enseñarnos, porque no les corresponde y lo hacen de buenos que son. Hasta me han pasado apuntes de ellos para estudiar y me tomaron examen antes de ir a rendir”, contó Florencia. Valentina coincidió: “Son espectaculares como profesionales y como compañeros. Me ayudan y enseñan todo, estoy muy agradecida”.
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