Árboles mutilados en ruta 191: la vieja costumbre de destrozar el patrimonio natural de San Pedro
No es nuevo, pero duele ver como Coopser poda las especies en las banquinas. La finalidad es que no rocen la línea de alta tensión, viejo argumento para concretar semejante mutilación. Por esto, una de las dos filas nunca lucirá con todo su esplendor para formar el "túnel verde".
“Son los de siempre. Los que históricamente han sido mutilados a mansalva, sin ser respetados por las bondades que ofrece un árbol”, comentó un viverista que hace el recorrido hasta su terruño cada día del año.
La “poda” que personal de Coopser realiza sobre el arbolado ubicado a la vera de la ruta 191, concretamente sobre la margen derecha de la calzada en dirección a la ruta 9, siempre tuvo estas características: muy grosera.
La finalidad es que las ramas no generen consecuencias graves sobre la principal línea de alimentación de energía que la ciudad posee, pese a que para llegar hasta a la altura del cableado aún restan varios metros.
Eternamente se ha discutido si es necesario alcanzar un recorte con estas características, como así también la razón de la existencia de la fila situada sobre esta banquina, que para muchos representa un “peligro” constante para quienes transitan por allí por la reducida distancia entre cada arbusto.
En cambio, algo es indiscutible. Circular a una velocidad razonable, limitada en los 60 km/h posibilita desempeñarse de otra manera al volante, como así también la respuesta del frenado.
Estas especies, que en total son unas 700 plantas, de la manera que están ubicadas son riesgosas, pero merecen un mejor trato. Y ser preservadas por lo que representan.
Después de más de medio siglo son parte del patrimonio natural de San Pedro, que nos identifica por sus características, la de un acceso acompañado por dos cortinas que enaltecen a la ciudad.
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