Arcor denunció a vecinos por “turbación de la propiedad” y aseguró que había “acuerdo con el Municipio” por el alambrado
La protesta de los vecinos de Bajo Puerto y Bajo Cementerio ante la presencia de una empresa contratada por Arcor para colocar un alambrado perimetral en el predio costero que es objeto de polémica desde el anuncio de la posibilidad de instalación de una arenera derivó en denuncias penales por parte de la firma multinacional. Hubo policías agredidos y un trabajador herido "de un piedrazo".
Mientras que los vecinos anunciaron que el intendente Cecilio Salazar les dijo en una reunión que es su voluntad enviar un proyecto al Concejo Deliberante para sancionar una ordenanza que declare de interés público y sujeto a expropiación ese terreno, la empresa afirma que había “acuerdo” con el Municipio para disponer el alambrado.
Arcor radicó la denuncia penal por “turbación de la propiedad” contra los vecinos del barrio y amplió su presentación con datos acerca de quiénes serían los organizadores de la manifestación y los autores de las situaciones de violencia que hubo el miércoles, cuando impidieron que se colocara el alambrado perimetral, en cuyo marco hubo una persona herida.
Un trabajador de la empresa contratista para el cercado recibió un piedrazo que le provocó heridas cortantes en el rostro, por lo que Arcor planteó a la Justicia que además de la turbación de la propiedad hubo lesiones, amenazas y robo de postes de cemento que disponían para instalar el alambrado.
La empresa multinacional no tiene voceros disponibles para las consultas de la prensa y a La Opinión sólo remitieron un comunicado firmado por la agencia de prensa Ballero, Luc & Asociados en la que aseguran que “los trabajos de delimitación” que llevaba adelante un contratista habían sido “acordado con las autoridades municipales”.
“Dichas tareas se llevaron adelante de pleno derecho y en resguardo de su propiedad privada, tras ser comunicadas fehacientemente al Municipio”, agregaron en el texto remitido a esta redacción sin otra firma que los contactos de la agencia de comunicación.
En ese comunicado señalan que “la empresa expresa su repudio a los actos de violencia ocurridos en inmediaciones del lugar y confía en que las autoridades municipales correspondientes arbitrarán los medios para evitar que estos hechos sucedan en un futuro”.
Mientras que los vecinos sostienen que hubo un actitud “represiva” por parte de la Policía y el personal de una empresa de seguridad privada que fue a resguardar a los representantes de Arcor, testigos que estaban dentro del predio al momento del inicio de las tareas para colocar el alambrado aseguraron que “no hubo ninguna situación con los manifestantes”.
“El único herido fue una persona que estaba alambrando, al que le pegaron un piedrazo en la cara y tuvo que ir la ambulancia”, dijo el testigo. Además, aseguró que la policía venía interviniendo bien hasta que les dieron la orden de no intervenir, de que no hicieran nada”.
“Ahí empezó la lluvia de piedras”, aseguró y graficó: “Había personas con gomeras, así lastimaron a este trabajador. Al principio fue pacífico, algún grito y amenazas, pero una vez que le dieron la orden de que no actúen a la policía, ahí se fue un poco de las manos todo”.
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