Así es el espectáculo “La revista está en el Siripo”
La primera revista sampedrina sorprende, más allá de los brillos, por el trabajo artesanal y familiar de su producción. Hay canto, baile, humor, emoción y talentos sobre y detrás del escenario. Las funciones seguirán cada viernes y domingo de enero y febrero.
La apuesta fue grande: crear la primera revista sampedrina para que, durante todo el verano, el teatro municipal Siripo tuviera temporada, como las grandes salas del país. Mariano Lanfranconi, Sol Altolaguirre y Enrique Ferroni producen la obra que cada viernes y domingos tiene función por la noche en la esquina de Salta y Oliveira Cézar.
Este domingo, a sala llena, los espectadores disfrutaron de los cuadros preparados especialmente para la ocasión, con Sol Altolaguirre como la vedette que sobre sus espaldas no sólo carga más de 30 años en la danza, sino también haber formado a las bailarinas que la acompañan, entre ellas, su hija Reina.
“Me encanta el hecho de poder cumplir un sueño. Yo bailo desde que tengo 3 años, y tengo 40. Pero siempre quise hacer esto de ponerme las plumas, no me quedé con ganas de nada y he bailado de todo. Hay que seguir tras los sueños, en algún momento se cumplen”, explicó al final de la función en la que se emocionó sobre las tablas al escuchar la ovación que recibió su hija.
Reina Altolaguirre tiene 17 años y es conocida en la región por no dejar campeonato de danza sin ganar. Cuando su mamá le propuso participar, aceptó y en la obra se la ve interpretar la canción “Honrar la vida”, en la voz de Rocío Guilmen, la cantante del elenco estable. Juntas regalan a los espectadores uno de los momentos más emotivos de la obra.
El trabajo artesanal y a pulmón, quizás, brilla más que las propias lentejuelas, piedras y plumas que adornan los trajes de los diez artistas en escena. “No tenemos nada que envidiarle a la revista de la costa, invertimos mucho en vestuarios, y bueno, se vio. Creo que el resultado, aparte de un grupo humano, es lo que se ve arriba del escenario”, consideró Enrique Ferroni en diálogo con La Opinión.
Mariano Lanfranconi, con su personaje —y sobre tacos de “23 cm dos talles más chicos”—, es el conductor de una serie de escenas en la que cada participante logra lucirse a su manera. En esos intervalos, el público cumple un rol fundamental. Todo se mide según los aplausos, las risas y la sorpresa de quienes se animan a participar. El domingo, a dos turistas de Capital Federal en primera fila se los vio contentos de ser blanco de las preguntas.
La propuesta incluye al mago Starky Junior con su show de magia e ilusionismo, y el elenco se completa con los bailarines Fran Brienza, Leo Coronel, Agus Sánchez y Barby Gómez, que destaca con un cuadro unipersonal en el que baila al ritmo de Lady Marmalade, parte de la inconfundible banda de sonido de Moulin Rouge. El domingo, también hubo aplausos para Thiago Altolaguirre en el sonido.
Las entradas valen 1000 pesos y se pueden adquirir en la boletaría del teatro los días de función, a través del teléfono 3329-627693 o el Instagram @larevistaestaenelsiripo
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