La fiscala Andrea Palacio, que investiga el asalto en el que fue baleado el policía sampedrino oriundo de Río Tala Osvaldo “Lalo” Cantero, indagaba este sábado al único detenido por el caso y aguardaba las autopsias de los cuerpos del efectivo local y del empleado de la carbonería donde se produjo el tiroteo.

Los restos de Lalo Cantero eran velados en el Palacio municipal para ser sepultados en el cementerio Portal de Paz de Baradero, mientras que los de Luciano Padrón, de 22 años, eran velados en Escobar.

El asalto ocurrió el jueves por la noche en una carbonería ubicada en el kilómetro 13 de la ruta provincial 193, camino que une Zárate con la localidad de Capilla del Señor, partido de Exaltación de la Cruz.

Unos cino delicuentes ingresaron por el fondo del predio hacia la casa principal del campo donde está la carbonería y soprendieron a la familia propietaria. La hija del dueño alcanzó a subir las escaleras y avisarle a su padre, que salió por una ventana y corrió hacia la casa de los peones, desde donde llamaron al 911.

Cuando los trabajadores salieron de la casa para ver qué pasaba, se encontraron con delincuentes armados que se llevaron a dos de los empleados hacia la casa principal, donde los maniataron.

Los ladrones ya tenían una fuerte suma de dinero encima y procedían a escapar cuando llegó la policía. Para emprender la huída, dispararon contra los efectivos. A Cantero una bala le alcanzó la zona abdominal. A Ezequiel Romelio, su compañero de la fuerza, lo hirieron en la pierna. Luciano Padrón había sido ultimado antes.

Familiares de la familia propietaria de la carbonería contaron en rueda de prensa que los delincuentes les decían que “los habían vendido” y que tenían datos sobre el dinero que fueron a buscar.