Banca Abierta: La Tosquera pidió que el terreno que compraron para la escuela se use para es fin
Tres estudiantes y la directora de la primaria 44 del barrio Los Cazadores hicieron uso de la banca ciudadana y expusieron ante el Concejo Deliberante. Se refirieron a la investigación que prepararon para la Feria de Ciencias sobre los riesgos de derrumbe que tiene la cresta de barranca donde está asentado el edifico y exigieron que el predio que se compró en 2017 para el traslado de las instituciones educativas sea utilizado para ello.
Este jueves, en la sesión del Concejo Deliberante, la directora de la escuela primaria 44 del barrio Los Cazadores, también conocido como La Tosquera, expuso junto a tres estudiantes del sexto año sobre la problemática que afronta el edificio escolar, que desde hace años está considerada en riesgo de derrumbe por estar en la cresta de barranca.
“Ellos eligieron la problemática, dijo Marcela Girándola, la directora, y destacó que en el barrio “los niños y los padres están preocupados porque cuando suben la barranca están viendo que la barrera de contención, de hormigón armado, que se construyó para prevenir un posible derrumbe se está viendo al desnudo, se va socavando la barranca”.
La escuela de La Tosquera fue declarada en riesgo edilicio hace tiempo y Provincia tenía aprobado un presupuesto para el traslado, pero faltaba el terreno, que fue comprado por el Municipio en 2017 a una familia que había desistido de un emprendimiento turístico en la zona. Sin embargo, el proyecto no avanzó.

“En 2017 recibimos con mucha alegría la noticia de que se había comprado un predio para construir los tres edificios escolares. Va pasando el tiempo y ahora nos encontramos con la sorpresa de que en ese terreno van a construir dos canchas de fútbol”, dijo la directora.
Girándola advirtió que el edificio actual tiene poco espacio para albergar jardín, primaria y secundaria, lo que imposibilita que haya jornada completa para los estudiantes.
“En las clases de educación física nos vemos con el problema de que tenemos un patio muy pequeño y todo desparejo, porque el terreno se va moviedo y va rompiendo el contrapiso”, señaló y agregó: “Vemos ese movimiento en la pared del comedor, en las aulas, en el SUM, está todo a la vista”.

La directora pidió a los concejales “ayuda para que se cumplan las palabras y podamos tener una escuela segura”. Indicó que si bien “no se va a derrumbar de la noche a la mañana”, el peligro existe. “Tenemos que hacer lo imposible para lograr que la comunidad de La Tosquera, que ha crecido tanto y ha evolucionado, realmente puedan tener un lugar seguro”, dijo.
Dos de las tres alumnas que la acompañaron se dirigieron a los concejales. “Estamos en peligro, yo vivo abajo de la escuela y esto viendo que el coso de cemento, la pared de contención, se está derrumbando. Quisiera que nos puedan ayudar”, dijo una de ellas.
“Encontramos muchos agujeros que pueden llegar a derrumbar la escuela, árboles que tienen raíces sueltas, uno que es muy viejo que tiene las raíces bajo la escuela y es muy peligroso, hablamos con Secundaria y ellos piensan lo mismo”, agregó la otra.

Marcela Girándola informó que con una ingeniera ambiental con la que trabajan tomaron medidas del espacio de la raíz de uno de los árboles que está sobre “el edificio container, la primera parte de la escuela” y que “en un mes y medio, dos meses, ese espacio de tierra se redujo 10 centímetros, medía 1,20 y ahora mide 1,10”.
“La ingeniera nos explicó que tiene movimiento permanente y que debido a la sequía la tierra se volvió porosa, lo que lo hace más peligroso, sobre todo si vinieran temporales de lluvia”, advirtió.
“Les pedimos el apoyo para que se respete que la compra del terreno fue para los edificios escolares, esa era la finalidad”, finalizó la docente.
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