Banfield y el coraje de cambiar su denominación para obtener la personería jurídica
Sin posibilidad alguna de recuperar documentación de años atrás para normalizar al Club Atlético Banfield ante la Dirección de Personería Jurídica bonaerense, la Comisión Directiva optó por conformar el Club Social y Deportivo Banfield San Pedro Asociación Civil.
Las comisiones directivas de los clubes tienen que tomar decisiones que, muchas veces, son difíciles porque involucran a la historia de la misma y se pone en juego lo que sus antecesores hicieron. Eso, siempre, lleva a problemas con los memoriosos y defensores acérrimos de la identidad que se expresan con el corazón de hincha.
La determinación de la Comisión Directiva de Banfield para lograr la personería jurídica es la que otras tantas instituciones de San Pedro no se animaron, hasta el momento, a hacer. Con coraje, el grupo que preside Ismael Ibarrola conformó el Club Social y Deportivo Banfield San Pedro Asociación Civil que para la Dirección de Personería Jurídica de la Provincia de de Buenos Aires es una nueva institución domiciliada en Aulí 565, en la sede donde está el Club Atlético Banfield.

Los dirigentes del Taladro no tenían otra alternativa para “existir” ante el Estado. No tener personería jurídica, como el Club Atlético Banfield, significa no figurar como entidad ni permite acceder a beneficios que otorgan los gobiernos local, provincial y nacional.
En los últimos años Banfield estuvo en proceso de normalización para recuperar el Club Atlético. Sin embargo, fue imposible recuperar toda la documentación e, incluso, hubo trámites que jamás se hicieron por inacción u omisión de aquellas personas que por entonces condujeron la entidad.
Es sabido, también, que sostener la personería jurídica es para los clubes una inversión anual la cual muchos en San pedro no pueden afrontar. Y aunque es de suma importancia, ello no impide que la institución funcione con sus actividades. Es decir, la no tenencia no es pasible de sanción ni impedimento para competir en certámenes de cualquier deporte y, por eso, no es prioridad.
Banfield no modificó sus colores ni su sede y sigue en el mismo barrio de siempre siendo el Taladro. Los hinchas, cuando vayan a la cancha, verán a su equipo de verde y blanco y las banderas serán las mismas porque la Liga Sampedrina (LDS) aceptó el cambio de denominación como otros tantos clubes de Argentina hicieron.
Aun con críticas y reproches, la Comisión Directiva del Taladro se animó a conseguir su identidad y ser una institución formal, con su documentación bajo reglamento después de varios años. El paso que dio es el que necesitan otras instituciones para lograr el mismo objetivo, pero hasta el momento no han podido o querido en una sociedad donde la historia vale pero, también, el presente y futuro.
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