Baradero: absolución para un médico de Guardia denunciado por la muerte de un niño tras demoras en un traslado
El médico Rodolfo Ivancich fue declarado inocente en el juicio al que llegó imputado por "homicidio culposo". La familia de un nene de cuatro meses que falleció cuando era trasladado a San Nicolás lo acusó de actuar de manera negligente y demorar la derivación. El hecho ocurrió en 2018. Desde entonces, el pediatra redujo su actividad profesional y se dedica al turismo en la isla en la zona de Rosario.
La Justicia absolvió a un médico pediatra que fue acusado en Baradero por presunta negligencia en el tratamiento de un niño prematuro que falleció cuando era trasladado a San Nicolás en agosto de 2018.
El Tribunal consideró que no estaba debidamente probada la responsabilidad del profesional y hasta dejó asentado que, como sostuvo su defensa, a cargo del defensor oficial Joaquín Castro, fue él quien intentó todo lo posible para salvar la vida del bebé, de apenas cuatro meses.
Quedó probado en juicio oral y público que el niño no estaba bajo la supervisión exclusiva del médico imputado sino que fue visto por al menos otros tres pediatras y que fue él el único que advirtió la necesidad del traslado y se ocupó de su gestión. Por eso lo declararon inocente al dictar un veredicto absolutorio.
El médico se llama Rodolfo Ivancich. Pediatra, dentro de esa rama profundizó su especialización en terapia intensiva de pacientes pediátricos. Como docente, dictó clases en la cátedra de Clínica Pediátrica de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario en el Hospital Centenario. También trabajaba en la clínica Olivos, en Vicente López.
Tras el caso, dejó la región y redujo sus horas relacionado a la profestión. Domiciliado en Paraná Viejo, en la sección de islas Victoria, Entre Ríos, frente a la costa de Rosario, montó el complejo de cabañas Las Cardenillas para dedicarse al turismo.
La desesperación para el traslado
La madre del niño tenía en ese momento 16 años. Dio a luz en marzo de 2018. El bebé, de nombre Bautista Thaiel, nació con apenas 29 semanas de gestación y 900 gramos. Estuvo internado durante cuatro meses en neonatología de San Nicolás, hasta que regresó a su casa en Alsina a mediados de julio. El 3 de agosto concurrieron al centro de atención primaria de esa localidad y luego al Hospital Lino Piñeiro de Baradero, donde lo internaron.
El bebé se descompensó. El 7 de agosto, en horas del mediodía, le informaron a la madre que sería derivado a un centro de mayor complejidad. La ambulancia partió de Baradero alrededor de las 18.00. A la altura de Ramallo, falleció.
Rodolfo Ivancich había ingresado a su guardia en el Lino Piñeiro a las 10.00 de la mañana de ese martes. A las 12.00 tomó conocimiento del paciente internado desde hacía cuatro días. Le avisaron que había una urgencia y así era. “El distrés respiratorio ya era muy severo”, dijo en su declaración.
Con frecuencia respiratoria y cardíaca demasiado altas, una saturación de valor bajo y relleno capilar muy alto, la bronquitis y el pulmón tapado lo obligaron a solicitar “el traslado de manera inmediata”. El propio Ivancich llamó al área de Emergencias Sanitarias bonaerense y quedó a la espera de que le informen sanatorio disponible.
La situación era apremiante, por lo que el médico llamó a un compañero de facultad que se desempeñaba en el San Felipe de San Nicolás para explicarle la urgencia. Como el bebé no podía ir a Neonatología, donde estaba su amigo, lo derivaron a los responsables de la terapia intensiva pediátrica. Inmediatamente le dieron el visto bueno para el traslado.
Para las 13.00, la derivación estaba aprobada. El traslado sólo podría hacerse en ambulancia porque el bebé necesitaba oxígeno. Mientras aguardaban la disponibilidad de la unidad, había que estabilizar al paciente. La ambulancia estaba en Pergamino y demoraría alrededor de dos horas. La tensión crecía.
A las 15.00, un paro cardíaco. El médico logró reanimar al bebé e intentó intubarlo. El cuerpo era tan pequeño que el intento fue infructuoso, por lo que decidieron la provisión de oxígeno con máscara. Aunque la ambulancia no había llegado, había que estabilizarlo. En el interín, alrededor de dos horas más, hubo otros dos paros cardiorrespiratorios de los que logró reponerlo. Durante el viaje, en el cuarto paro, ya no pudo reanimarlo. El bebé murió.
El fallo que declaró inocente al médico
El perito médico Ricardo Bay declaró que los antecedentes del bebé, que nació prematuro a los siete meses de gestación, implicaba pautas de alarma desde el día uno de su internación y que debería haber sido trasladado entonces, para una mejor atención. Es ahí, señaló en su declaración, donde podría haber un retardo en la derivación.
El defensor oficial Joaquín Castro advirtió que Ivancich no tuvo responsabilidades previas al día 7 de agosto, cuando hizo todo lo que estaba a su alcance para intentar salvar la vida del paciente. El Tribunal le dio la razón y consideró que el pediatra no violó su deber de cuidado, tal como pretendió el fiscal Vicente Gómez en la acusación.
“El propio perito médico entendió, con sus palabras, que la violación al deber de cuidado se produjo mucho antes de que Ivancich pisara el hospital de Baradero”, señalaron los jueces. Para finalizar, advirtieron sobre una “investigación parcializada” por parte de la Fiscalía, puesto que además de las responsabilidades que podrían caberle al Hospital o al sistema sanitario bonaerense por no tener ambulancias suficientes, antes hubo otros médicos que atendieron al niño.
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