Este sábado, en Sin Galera, Riva manifestó la situación de inseguridad que están atravesando en la zona de su barrio, al igual que muchos vecinos de la ciudad y detalló los robos sufridos en el último tiempo. “Continúan llevándose, diariamente, cables y ventanas”.

Recordó el episodio que vivió hace poco tiempo cuando ladrones ingresaron a su casa, lo asaltaron y lo maniataron por unos 45 minutos. Comentó lo que le dijeron los delincuentes en el momento que estaba totalmente inmovilizado: “Ahora venimos, tenemos que solucionar otro trámite”. 

Instantes más tarde logró ver como los ladrones sustraían su camioneta. Cuando logró liberarse se cruzó con uno de sus vecinos y le comenta lo que había sucedido. Es allí cuando se dieron cuenta que ambos habían sido víctimas durante la misma noche: “Ahí entendí lo que me habían dicho los delincuentes”, expresó haciendo referencia al comentario que le hicieron cuando estaba maniatado.

Comentó que esta mañana encontraron mensajes de nuevas víctimas. Robos de cables, aberturas y otros elementos de construcción parecen los preferidos por los malvivientes.

Para “conejo” las secuelas de este episodio le significaron “dormir 20 días” fuera de su casa. “A la noche sentía que tenía a los delincuentes al lado de mi cama”, dijo lamentándose porque sabe que al resto de sus vecinos les sucede lo mismo.

Por último aseguró que está en contacto con la policia y destacó el trabajo que llevan adelante, pero dijo que no alcanza: “Los ladrones tienen defensores y nosotros no”, lamentó. 

Evocó el día en que se cruzó con uno de los delincuentes que estuvo en su casa. “Ya estaba libre”, remarcó en torno a la indefensión que sintió cuando supo que aún habiendo hallado parte del botín, el malhechor había recuperado la libertad.

“Arrancan las ventanas, cómo puede ser eso”, se preguntó respecto al tipo de aberturas que desmontan, cargan y probablemente venden los ladrones. Destacó que la comisión de fomento del barrio funciona bien pero que es poco lo que puede hacer frente al accionar que casi a diario termina en saqueos dentro del predio de El Durazno que, como se sabe, no es un barrio cerrado.