Barrio Nuestro Sueño: la empresa cobró 582 millones por la construcción de las casas, el total autorizado
Así lo confirmó Roberto Borgo al explicar que no hubo tiempo para una readecuación que permita la llegada de nuevas partidas de dinero. Sin embargo las certificaciones no coindciden con el avance, incluso en viviendas que terminaron por su cuenta los propietarios.
El secretario de Economía, Roberto Borgo, habló por primera vez de los pagos que recibió el Municipio por obras públicas. Entre las más importantes está la del barrio de 89 viviendas, que le fue adjudicada a la empresa cooperativaGrupo Alfa —o a la 8 de Diciembre, que aparece como ganadora da la licitación— para la construcción de casas en terrenos que habían adquirido los socios de la Cooperativa Nuestro Sueño.
Treinta de ellos en un terreno que la organización compró a su nombre y por los que los interesados pagaron tres mil dólares y el resto que pertenecían a socios que no habían podido levantar sus unidades habitacionales en terrenos propios.
La secuencia de pagos totaliza casi 563 millones de pesos y las certificaciones fueron confeccionadas por un total de 571 millones. Es decir que nada se le debe a Grupo Alfa aunque Alfa debe una gran parte de la obra a sus verdaderos destinatarios: los socios de Nuestro Sueño.
En total suman 22 los certificados que se extendieron para acreditar el avance de las obras que se ejecutaban con el mismo personal que rotaba en otros obradores, con la modalidad de “socios” de las cooperativas de trabajo y sin estar registrados formalmente.

El primer desembolso se giró en marzo de 2022 y completó mes a mes los pagos de manera consecutiva. Aunque la obra tenía como fecha de inicio diciembre de 2021, habían pasado tres meses cuando iniciaron la tarea con un anticipo que en enero llegó a los 22 millones.
Los dos meses siguientes sumaron 28 millones, luego dos pagos menos importantes de 3 y 6 millones de pesos para llegar a los últimos cuatro meses de ese año con dos pagos de 29 millones, uno de 18 y por último otros dos de 41 millones.
En 2023 esperaban poder cobrar algunos trabajos pendientes y arrancaron el año con unos 40 millones de pesos. En febrero lograron cobrar casi 60 millones; en marzo no hubo depósitos y en abril registraron el certificado número 13, con 30 millones.
En en mayo fueron 25; en junio hubo dos pagos de 30 millones; en julio, ninguno; y en agosto 27 millones de pesos.
Septiembre no registró pagos y en octubre reanudaron el trámite con un certificado de 35 millones, otro de 17 y el restante de 15.
Para noviembre el Municipio giró a la empresa cooperativa 23,5 millones y el 11 de diciembre el certificado número 22 reportó 27.8 millones de pesos.
Nunca más apareció la empresa, que cobró por el total de lo presupuestado, aunque sus representantes suelen frecuentar a varios proveedores a los que les dicen que el Municipio aún les debe dinero.
No hay registros de los avances en cada unidad habitacional más que aquellos propietarios que por su propia cuenta lograron continuar con algunos materiales que compraron o recibieron cuando se desmanteló el obrador del que de la noche a la mañana desaparecía gran cantidad de material sin que los adjuricatarios hayan podido reclamar de manera colectiva a las autoridades.
Las autoridades dicen que no los han demandado porque quedaron trámites pendientes desde que el Gobierno nacional paralizó la obra pública, sin embargo de un prolijo análisis del estado en el que hoy están los barrios a cargo de las mismas empresas, no llegan ni a un 50 por ciento de lo prometido. En algunos casos, menos.
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