En 1966 un golpe militar derrocó al gobierno del Dr. Arturo Humberto ILLIA. “Un anciano, cansado, sin fuerzas, lento, sin poder real, etc. etc.”, decían los medios periodísticos importantes de ese entonces. Mariano GRONDONA y Bernardo NEUSTADT fogoneaban desde sus revistas, diarios, televisión etc. con la consigna: “Illia o Gobierno”. Le tiraban tortugas en la Plaza de Mayo como burlándose de su lentitud e ineficacia en la gestión.
En rigor de verdad se había sancionado en 1964 una ley “Oñativia” (apellido del ministro del ramo), sobre medicamentos y políticas referidas a los laboratorios medicinales que afectaban intereses muy importantes. ILLIA desde su mirada de médico había palpado en carne propia por ejemplo que los laboratorios incrementaban en un MIL POR CIENTO (1.000 %)!!! el precio de los remedios, perjudicando a la población en general en beneficio de esos “Pulpos insaciables”. Además pagaban costosas regalías a laboratorios del exterior que fueron limitadas, entre otras medidas claves para defender el bolsillo de los argentinos. Eran normas muy poco digeribles a los poderosos y por eso esa ley molestaba, y mucho!
Es un secreto a voces que esos laboratorios “sponsorearon” el golpe del Gral. ONGANÍA, otros militares y civiles cómplices, entre los que se contaban gente del mismo Partido Radical, Justicialista y hasta de la CGT!! También intereses petroleros porque ILLIA había anulado los infames contratos que había firmado FRONDIZI durante su presidencia.
Como parte del Plan de Gobierno del General ONGANÍA, se decidió intervenir a las Universidades Nacionales. Fue la llamada “Noche de los bastones largos” inmortalizada en algunas imágenes que muestran a la policía llevándose detenidos a profesores y estudiantes en la UBA con las manos detrás de la nuca!!! De la noche a la mañana nos encontramos con facultades cerradas, institutos de estudios intervenidos, etc., donde se pudiera alojar un atisbo de inteligencia, estudio, análisis, debates, eran lugares “peligrosos” para el mediocre militarismo reinante.
Tuvimos que venirnos a nuestras ciudades y anduvimos varios meses tipo “Zombies” sin saber para qué lado disparar. Después volvimos y pudimos seguir los estudios superiores y, en 1970 sucedió el “ROSARIAZO” y el “CORDOBAZO” amén de otras rebeliones en todas las ciudades universitarias contra el gobierno desacreditado del general que quería quedarse 20 años, según él mismo había vaticinado. Junto a los estudiantes, la clase trabajadora ocupó su lugar correcto, aún con ciertas claudicaciones. ”Obreros y estudiantes, unidos y adelante” era una de las consignas que se entonaban por las calles rebeldes, y que reclamaban también la vuelta a la democracia. Después vinieron LEVINGSTON, LANUSSE y se desembocó en la vuelta de PERON, la Hora de los Pueblos con BALBÍN, ALENDE, SUELDO, etc. También se había engendrado una resistencia armada en forma de guerrilla, pero esa es otra historia quizá posibilitada o facilitada por este golpe militar que derrocó al ilustre médico de CRUZ DEL EJE…
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