El personal de Servicios Públicos suele quejarse periódicamente y pedirle colaboración a la comunidad respecto de la basura que se arroja en espacios públicos, sobre todo en zanjas, zanjones, barrancas y caminos rurales.

Este sábado, el director del área, Gustavo Franco, guio al móvil de Sin Galera por algunos sectores donde tienen que limpiar cada vez más seguido para evitar problemas ulteriores.

Junto a Franco y “Pimienta”, un conocido empleado del Corralón, la recorrida incluyó el zanjón ubicado por calle Bozzano, entre Benefactoras Sampedrinas y Mateo Sbert; el callejón ubicado detrás de la cancha de Independencia; y el zanjón de General Pueyrredón al 1700.

En los zanjones, la sospecha es que los propios vecinos de los barrios son lo que arrojan sus residuos y luego son los mismos que reclaman porque cuando llueve el agua no drena y se inunda el barrio.

En el callejón detrás de la cancha de Independencia, sorprendió la presencia de ramas producto de podas y de bolsas de residuos de todo tamaño que vecinos van a arrojar allí, muchas veces en vehículos, al punto de que hasta se notaba que habían sido “revoleadas”, puesto que estaban colgadas de los árboles.

Las cuadrillas de Servicios Públicos tienen distrubuida la ciudad para recorrer al menos una vez por mes cada zona, pero no dan abasto. Cuando llegan, esos zanjones ya están repletos de basura otra vez.

En el de General Pueyrredón al 1700, un vecino confirmó la información que expuso Franco y señaló un terreno ubicado en la esquina con Fray del Pozo, donde un reconocido martillero aparece como cara visible de un importante lote cubierto de maleza y basura que está sin alambrar.

En esa zanja, La Opinión halló facturas del servicio de energía eléctrica a nombre de vecinos que viven a dos cuadras y hasta pudo observar cómo dos jóvenes pasaron en moto con un carrito lleno de basura que arrojaron en la zona próxima y regresaron con el acoplado vacío.

“Es imposible así, le pedimos conciencia a los vecinos”, señaló Gustavo Franco. Mientras se cumplía el recorrido, “Pimienta” tuvo que hacer una reparación rápida provisoria en un caño de agua que pasa por un zanjón donde habían incinerado residuos y lo dañaron de manera tal que perdía.