Bicentenario de la Independencia, con homenajes a Fray Cayetano Rodríguez
El lunes comenzaron las actividades para celebrar los 200 años del Congreso de Tucumán. Desde hoy habrá muestra fotográfica, vigilia con música, peña, acto oficial en Gobernador Castro y homenaje al prócer sampedrino que representó a la provincia de Buenos Aires en las históricas jornadas que declararon la Argentina independiente.
Con preparativos que llevan mucho tiempo en todo el país, el Bicentenario de la Independencia será celebrado durante toda esta semana para llegar al sábado 9 de julio, día en que San Miguel de Tucumán se transforma en Capital del país y sede del Poder Ejecutivo Nacional, con el acto central para festejar los 200 años de la histórica jornada que oficializó el fin de la colonia y la creación de la Nación Argentina.
En San Pedro también habrá celebración. Con eje en lo que trabajaron las escuelas y actividades culturales, la ciudad comienza hoy con la Semana del Bicentenario.
La fecha tiene –debería tener– una relevancia superlativa en esta tierra, que dio un hijo fundamental para el proceso histórico independentista, el clérigo franciscano Cayetano José Rodríguez, diputado por la provincia de Buenos Aires, cuya firma fue estampada en la Declaración de la Independencia y cuya letra es la que recorre el Diario de Sesiones del Congreso de Tucumán, texto denominado “El Redactor de la Asamblea”.
Un sampedrino en la Historia Nacional
Cayetano José Rodríguez Suárez nació en 1761 en la estancia La Invernada, en la zona de Río Tala. Por esos años, la única institución educativa era el Convento Franciscano, emplazado donde hoy está el Palacio Municipal. Allí fue el niño para recibir su primera educación, de acuerdo a lo que decidieron sus padres, Don Antonio Rodríguez y Rafaela Suárez, porteña de alta cuna.
A los 15 años ingresó como novicio en la misma orden, en Buenos Aires. En Córdoba terminó su formación como sacerdote, ordenado antes de la edad correspondiente gracias a su talento y virtud.
En la Universidad de esa ciudad fue profesor de Teología y Filosofía. Luego hizo lo propio en el Convento de Buenos Aires y en el Real Colegio de San Carlos, donde estudiaron tantos héroes de la conformación de la Argentina.
Su labor docente lo encontró como profesor, protector y guía de Mariano Moreno, considerado junto a San Martín como “el Padre de la Patria”. Desde el campo del pensamiento hizo su aporte al proceso revolucionario de 1810, que lo reconoció nombrándolo primer Conservador de la Biblioteca Pública. En 1813, la Asamblea Constituyente lo tuvo como diputado por Buenos Aires y como redactor.
Fue uno de los pocos que el 25 de mayo de ese año presenció la primera ejecución del Himno Nacional. De hecho, él mismo, reconocido poeta, había sido encomendado para componer un canto para la naciente Patria, pero desistió al leer los versos de López y Planes, lo que la historiografía recuerda como un “gesto de grandeza”.
En 1815 el proceso independentista avanzaba. Ignacio Álvarez Thomas, Director supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata de forma interina, envió la circular que invitaba al Congreso de Tucumán, que empezó a sesionar el 24 de marzo del año siguiente, bajo la presidencia del porteño Pedro Medrano.
Con él y con Tomás de Anchorena, José Darregueira, Antonio Sáenz, Juan José Paso, Estaban Gascón, el sampedrino debatió la importancia de que el Congreso no tuviera lugar en Buenos Aires.
“Ahora encuentras mil escollos para que el Congreso sea en Tucumán. ¿Y dónde quieres que sea? ¿En Buenos Aires? ¿No sabes que todos se excusan de venir a un pueblo a quien miran como opresor de sus derechos y que aspira a subyugarlos? ¿No sabes que aquí las bayonetas imponen la ley y aterran hasta los pensamientos? ¿No sabes que el nombre porteño está odiado en las Provincias Unidas o desunidas del Río de la Plata?”, son palabras que le atribuyen al fraile.
Tucumán era un pequeño pueblo de apenas 12 manzanas y 13.000 habitantes. La Galera, la Sopanda o la Carreta eran los medios de transporte. La primera, más rápida, elegante y acolchada, podía transportar hasta 10 pasajeros pero no llevaba mercaderías y tardaba entre 25 y 30 días desde Buenos Aires hasta la hoy San Miguel. La segunda hasta tenía suspensión para amortiguar los saltos del camino. Ambas eran tiradas por caballos. La tercera, la clásica tirada por bueyes, que transportaba pasajeros y mercaderías, podía tardar hasta 50 días en hacer el trayecto.
Frey Cayetano Rodríguez fue de los primeros en llegar. Tendría una tarea acorde a su formación y trayectoria: secretario del Congreso, redactaba las actas de cada sesión, en un libro que se tituló El Redactor del Congreso Nacional
Bartolomé Mitre escribió que el sampedrino era un “tierno y elegante poeta, en quien la virtud se hermanaba a la inteligencia, arrancado de la apacible soledad del claustro, donde había dado lecciones a Mariano Moreno y cooperado a la Revolución de Mayo, venía a continuar la tarea del discípulo muerto”.
El historiador López lo pinta como “uno de los personajes más honorables, y uno de los patriotas más sinceros, más reflexivos y más influyentes de ese Congreso” de Tucumán.
Tras la Declaración de Independencia, Cayetano José Rodríguez fundó en 1822 el periódico El oficial del día, desde donde se opuso a las reformas que Rivadavia impondría sobre la Iglesia.
Murió en el Convento Franciscano de Buenos Aires en 1823, a los 62 años. Décadas más tarde fue inaugurado el monumento que lo recuerda en la plazoleta que lleva su nombre, al comienzo de calle Pellegrini, que mira al río por sobre la barranca.
La obra de bronce fue esculpida por el escultor Alejo Joris. “Levanta su pluma invencible y esclarecedora”, dicen las crónicas sobre la inauguración del monumento. La pluma, robada en varias oportunidades, será repuesta para este Bicentenario.
La historiografía destaca a Fray Cayetano José Rodríguez como “el único diputado del Congreso de Tucumán que ha llegado a ser popular y cuyos datos biográficos todos conocen”, o casi.
Las actividades del Bicentenario
Comenzaron el lunes, con la charla del historiador Juan Balduzzi en la escuela Normal. Durante toda la semana, las instituciones adornan las calles Independencia, 9 de Julio, Tucumán, Fray Cayetano Rodríguez, San Martín, Belgrano, Güemes, etc., todas vinculadas al proceso histórico que se recuerda.
Ayer hubo degustación de comidas típicas en la Sociedad Italiana, a cargo del Centro de Formación Profesional 403, y hoy hay un taller de folklore, a cargo de Luis María Rodríguez.
Desde esta mañana, hay una muestra de fotografías en el Salón Dorado, con registros del fotógrafo de prensa de la Municipalidad, Claudio Camacho, “basado en fotos históricas de San Pedro”, con documentos que aporta la Biblioteca Popular.
Mañana, el intendente descubrirá una placa en la escuela Normal, que lleva el nombre del Fray Cayetano Rodríguez. La Municipalidad será iluminada en celeste y blanco para la vigilia, que comenzarán a las 20.30, para esperar las 00.00 del Día de la Independencia, momento en que doblarán las campanas de la parroquia Nuestra Señora del Socorro. El guitarrista del Conservatorio Enzo Buscaglia y la pianista Valeria Zanabria –que tocará con el piano del Salón Dorado, acondicionado por Jorge Motto–, los coros Guillermo Farabollini y de la Sociedad Italiana participarán de la actividad.
El viernes, los colegios católicos Nuestra Señora del Socorro, San Francisco de Asís y Santa María (Gobernador Castro) tendrán un acto desde las 9.00 en la plaza Constitución. Entre las 10.00 y las 15.30 habrá muestra de trabajos alusivos en el Normal y actividad en la Primaria 18, de la Ruta 191.
Por la noche, a partir de las 20, el Centro de Estudios Históricos organiza un brindis de homenaje en las instalaciones del Museo Histórico Regional “Fray José María Bottaro”.
El sábado los alumnos de todas las instituciones educativas expondrán en plaza Constitución a partir de las 13.00 y tendrá lugar la “Caminata del Bicentenario” , que partirá desde la escuela 1 a las 14.00, por Pellegrini en contramano, para llegar a la plazoleta Fray Cayetano Rodríguez.
El acto oficial del Bicentenario de la Independencia será, como cada 9 de julio, en Gobernador Castro. A las 9.00, el intendente Salazar tomará el tradicional chocolate en el Club de Jubilados de la localidad y luego encabezará la ceremonia, en la que habrá desfile.
Desde Gobernador Castro partirá una prueba de atletismo, que llegará hasta el monumento al prócer sampedrino, donde a las 14.00 habrá un homenaje en el que el Ensamble del Conservataorio tocará el Himno y del que participarán también los chicos del proyecto Música Esperanza, de la escuela de Vuelta de Obligado.
El domingo habrá en la plazoleta una “Peña del Bicentenario”, con Los Hermanos Krenz, Carlos Benítez, el ballet Florcita de Cedrón, Claudio Martín, La Clave Folklórica y Fejumas, revelación del Festival de Baradero por elección del público. Asador, comidas típicas y feria serán el marco.
El pueblo Qom recibirá en El Antigal al Consejo provincial de caciques, que se reunirá allí, con participación del intendente Cecilio Salazar, que recibirá copia del acta de la Independencia en lengua Aymará y Quechua, ya que la redacción original fue en esos dos idiomas, además del español.
El presidente del Concejo Deliberante Mario Barbieri había propuesto colocar una placa en la Casa de Tucumán. Consultado al respecto por este medio, el intendente informó: “Nos dijeron que no se puede”.
Otra pluma para el prócer
Desde el Centro de Actividades Juveniles que funciona en la escuela Industrial hubo aportes significativos para la jornada. En talleres debatieron sobre “qué es el Bicentenario, quién fue Fray Cayetano” para diseñar la invitación oficial para la celebración.
Además, en la escuela técnica, los alumnos forjaron una nueva pluma para colocar en el monumento al sampedrino que preside la plazoleta que lleva su nombre, robada en varias oportunidades. Será entregada al intendente para su colocación.
El aficionado historiador Fernando Chiodini recordó que la pluma fue robada tres veces. El primer reemplazo fue a instancias del propio Chiodini, quien fabricó y colocó el elemento junto a Carlos Luzzi. “La segunda la hizo construir el Licenciado Américo Piccagli y se colocó en oportunidad de realizarse el V Congreso de Historia organizado por el Centro de Estudios Históricos de San Pedro en el mes de noviembre del año 2012”. Ambas fueron robadas.