Nuevos argumentos que se dan para explicar las inundaciones recurrentes en la provincia de Buenos Aires.
Las fuertes crecidas de los últimos días dejaron un saldo de miles de evacuados junto a ciudades arrasadas por el temporal. Muchos sostienen que la responsabilidad mayor se debe a la falta de obras. A continuación, te contamos los factores que enumeran expertos en la materia.
El economista y especialista en Ecología, Antonio Brailovsky, explica por qué se inunda Buenos Aires y sostiene que no hay que sentarse a esperar un resultado mágico mientras se definen qué obras revisar o emprender luego de las inundaciones.
En diálogo con el diario La Nación, Brailovsky sostiene que los “culpables” son un conjunto de factores. “Nunca hay una cuestión lineal que dice esta es la responsabilidad. Para entender mejor el fenómeno tendríamos que quitarle la exclusividad a las grandes obras”, explica y agrega: “Nosotros tenemos una fantasía en nuestra sociedad que siempre hay una obra salvadora y que el problema esta porque las obras no se han hecho”.
En este sentido enumera las posibles causas de estos desastres. En primer lugar habla de que “las ciudades bajaron”. Esto implica que generalmente las ciudades se fundan en un lugar alto, libre de crecidas pero como efecto del aumento demográfico comienzan a ceder terrenos hacia zonas de mayor riesgo de inundación.
Por otro lado, sostiene que el cambio climático es un factor importante que se trabajó con demasiada irresponsabilidad debido a que no se le dio importancia.
En tercer lugar dice que el diseño urbanístico supone la inexistencia de cursos de agua y que las últimas construcciones de barrios cerrados sobre la ribera de los ríos provocan que desaparezcan las zonas de humedales.
“Esas zonas bajas que se llaman humedales cumplen una función en el río que es absorber el exceso de agua, ahora si uno saca el humedal esa agua se va para otro lado. Si uno pone un montón de islas en medio del trayecto del río el agua que estaba ahí va a ir a otro lado y estos son factores que agravan el problema”, explica.
Por último enfatiza la necesidad de una normativa que tome en serio las áreas de riesgo dado que en la provincia de Buenos Aires se autoriza a que se construya en cualquier lugar que no se inundó en los últimos cino años y según Brailovsky “cualquier hidrólogo diría que hay que tomar en cuenta las inundaciones de los últimos 100 años”.
“Si es zona inundable se va a inundar. Lo que hay que definir son nuevas normas técnicas para construir en un lugar que se sabe que se puede inundar”, afirmó.
Además plantea que será necesario revisar el nuevo Código Civil ya que obliga a mantener libre 15 metros en la ribera de los ríos mientras que el anterior planteaba 35. “Hemos tomado la decisión de privatizar estas zonas del río”.
Otra de las expertas que habló sobre el tema es la geógrafa Patricia Pintos y sostuvo que el crecimiento de los barrios privados sobre la cuenca del Río destruyó su normal cauce.
En este sentido en diálogo con Infojus, Pintos dijo: “Hay algunos estudios realizados por investigadores del Instituto Nacional del Agua (INA), específicamente el doctor Malagnino, que analizan la mega-urbanización San Sebastián, en Pilar”. A partir de estos análisis sostienen que se pudo determinar que “el emprendimiento está asentado sobre el propio humedal, en la ribera del río Luján, en el límite con Campana. Y que a partir de las obras de relleno para poder llevar adelante el emprendimiento, la planicie de inundación se redujo un 40 por ciento”.
También explicó que “hay una sucesión de mega-emprendimientos inmobiliarios que generó un efecto conjunto”. “Este es un proceso de sumatoria que genera una incidencia clara en los cambios de los patrones de escurrimiento del río Luján y por lo tanto, sería uno de los elementos más fuertes en la explicación de las inundaciones de los últimos años”, enfatizó.
Por último dijo que “el boom de estos desarrollos inmobiliarios a fines de los 90 y principios del 2000 va de la mano de las políticas neoliberales en la gestión urbana”. Eso incide en que los Municipios relajaron mucho su política de planificación del territorio, muy de la mano del paradigma del dejar hacer al mercado, flexibilizar las reglas de juego y los procedimientos para que los mercados pudieran dinamizar las economías locales y alcanzar el tan pregonado derrame hacia otros sectores. Con esos argumentos los Municipios dejaron hacer y ahora nos encontramos con los efectos de todo esto”.
En ambas posturas se observa la necesidad de avanzar en los códigos de planeamientos urbano y planificación para construir de otra manera en zonas con riesgo de inundación.
Enrique Hopman, geólogo