Bullying en la escuela: el relato de la familia de un niño con retraso madurativo golpeado por un compañero
Ocurrió en la escuela secundaria Nº 15 la semana pasada. Un grupo de chicos comenzaron a molestar a Bautista, de 15 años. Lo llamaban loquito discapacitado o enfermito", según le notificó la directora del establecimiento a Sandra, su abuela. Al día siguiente le pegaron y le lastimaron la boca.
Un adolescente fue golpeado por otro en la escuela luego de una serie de situaciones relacionadas con acoso y bullying que las autoridades no supieron detener. En el mismo colegio hubo episodios similares en las últimas semanas.
Bautista tiene 15 años y tiene un retraso madurativo. La semana pasada asistió, como todos los días, a la escuela secundaria 15, ubicada en Chivilcoy al 1200 y que comparte edificio con la primaria 43. Como en otras oportunidades, un grupo de compañeros comenzó a molestarlo. Le quitaron la botella de agua y según contó su abuela, Sandra, “le gritaban loquito discapacitado o enfermito”.
Después de esta situación la directora habló con los chicos que ejercían bullying contra Bautista y logró que le pidieran disculpas. Pero el acoso no cesó y derivó en una pelea en la que el adolescente resultó golpeado y ahora su familia no quiere que vuelva a la escuela por temor a que ocurran otros episodios.
“El día anterior la directora me dijo que iba a seguir a los chicos para que no le hagan nada , ¿Y cómo terminó? así cómo en la foto”, se quejó la abuela.
Sandra relató lo ocurrido en Radio Cuarentena. “Él entró a las 13.30 a la escuela y como a las 14.30 la llamaron a Alejandra, que es la mamá y que también tiene un retraso, para contarles que le habían pegado en la boca”, contó la abuela. A Bautista lo atacó otro adolescente, de 17 años, cuando ingresaban a clases.
Luego del episodio, las autoridades quisieron acercarse al Hospital para que el menor pueda ser revisado por los profesionales pero Sandra se negó y volvieron a la institución: “Yo creo que fueron para sacarse un peso de encima y decir que estaban presentes, pero es mentira”, aseguró.
“Él a la escuela no va más”.
informó Sandra, la abuela de Bautista, quien siempre quiso que asistiera a una escuela especial
“Yo siempre peleé con él porque lo quería mandar a una escuela especial y me decían que no porque él tenía una maestra integradora, pero brillaba por su ausencia”, señaló y agregó: “Cuando le dijimos a la psicóloga Peña que lo íbamos a cambiar a la escuela 502 nos dijo que no, porque el que decidía eso era Bautista y además la maltrató a Alejandra”, la madre.
En la escuela primaria, había tenido el mismo problema y “cuando Bautista reaccionaba lo primero que hacían era llamarme a mí y no a la madre de los otros pibes”, dijo y reclamó: “Siempre te hacen sentir culpable”.
la asistente social les sugirió que denuncien a las familias de los agresores porque “es un problema de barrios”, pero no es así, aseguró Sandra.
La abuela pensó que este conflicto podría ser solucionado en comunicación con Andrés Chiarella, coordinador de Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos de Niños y Niñas Adolescentes, pero, según relató, en ese momento le informó que no podía hablar porque “estaba con gente”, y cuando volvió a llamarlo le avisaron que estaban en San Nicolás. “Yo se que es mentira porque se que él estaba ahí”, se quejó.
Bautista recibe una pensión de $ 4000, “que es con la que sobrevivimos”, dijo Sandra, que percibe una pensión no contributiva como madre de siete hijos. “Nos querían tapan la boca dándonos un poco de mercadería”, dijo sobre Desarrollo Humano.
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