Volvió a escorar el Buque Museo: hay tareas para sacar el agua del interior
Defensa Civil se ocupaba se drenar el agua acumulada luego de que las filtraciones asomaron nuevamente al estar inclinado hacia el riacho. No es la primera vez que sucede con la nave histórica, que hace dos años debió ser rescatada por la Armada Argentina.
Ante otra crítica situación que presenta el buque museo General Irigoyen, personal de Defensa Civil trabajaba en las últimas horas procurando eliminar los miles de litros de agua que se hallan en su interior.
El barco histórico está escorado una vez más, en esta ocasión desde hace algunos meses, y la situación se atribuye a la pronunciada bajante del río Paraná.
Las lluvias de las últimas semanas contribuyeron a empeorar el panorama. Aunque el nivel del curso agua incidió, no es menos cierto que hay que agregarle la falta de control de la situación.

Con el General Irigoyen escorado, la filtración del agua del río es mayor a través los taparrumbos, un espacio que debería tener la compresión adecuada para evitar que penetre.
Se escuchó decir que soltar los cabos (sogas) que lo amarran al muelle podría evitar complicaciones mayores, aunque debería haber ocurrido en el momento adecuado. En el estadoa actual, sería riesgoso.
No obstante, desde la última vez que se recurrió a la Amanda Argentina para subsanar el inconveniente, en 2023, la fuerza dejó un protocolo de actuación para se cumpla a rajatabla. Aun así, el barco volvió a escorar.

Durante la mañana de este martes dispusieron bombas para retirar el agua y evitar un peso mayor sobre estribor, lateral hacia donde está inclinado peligrosamente.
Mientras tanto, en el ambiente náutico apelan a un criterio que no será sencillo, principalmente por los costos, pero que daría una solución a esta problemática: la construcción de un dique seco en uno de los laterales del muelle que contenga al buque museo.
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