“Estas palabras son para Lili y también para todos aquellos que la escucharon o leyeron el primer día de clases mi breve carta. Agradezco profundamente que se hayan puesto en mi lugar, a todos aquellos que sintieron mi dolor. Estamos acostumbrados a compartir solo momentos de alegría en redes sociales y nos olvidamos que la tristeza también se comparte. La finalidad de mi carta no fue una denuncia ( aunque bien podría haber sido esa su finalidad) , más bien pretendía una reflexión sobre cómo incluimos a los otros , ese otro que a veces nos parece tan diferente y desconocido que no lo podemos entender y aceptar. Una reflexión sobre cómo los sistemas ( educativo , salud, administrativo, judicial ) funcionan mal y nos sentimos incapaces de hacer algo frente a ellos , frustrados hasta el punto de aceptar sin remedio lo que nos ofrecen , que es la espera agobiante de una solución que nunca llega o llega cuando ya es demasiado tarde. Mi nena pudo comenzar con su acompañante pero aún estamos a la espera de la obra social , seguiré luchando para que se respeten sus derechos. Recientemente me sume al grupo de padres TEA en San pedro y me enteré de una ley que existe (ley 15.035), a la cual San Pedro como municipio aún no está adherida. Así como esta ley , debe haber otras que contemplan otras realidad , y se van formando grupos que se unen con el único fin de ser escuchados. Y me pregunto ¿Hasta cuando vamos a seguir dormidos frente a una realidad que nos duele cada día más? Yo elegí la docencia como profesión y tarea para ejercer cada día de mi vida con amor , y eso les deseo a todos , que lo que hagan para vivir ( aunque no lo hayan podido elegir) sea con amor , eso ya es mucho y realmente hace la diferencia. Abrazo grande a todos… porque mi hija es una en un montón de niños que esperan ser incluidos y aceptados”, escribió Natalia.
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