Carta de queja: "Enojo, furia y frustración" para conseguir la habilitación de un local comercial
La nota fue enviada con pedido de reserva de identidad por parte de una ciudadana que, hastiada de la burocracia, eleva su reclamo porque en la oficina de Rentas de la Municipalidad no logra completar su trámite. Indica que inició la gestión en 2024 y que aún su local no fue registrado.
Carta de una comerciante anónima contra la “burocracia”
Escribo esta nota tras el agotamiento provocado por meses de idas y vueltas en el Municipio para la habilitación de un local.
En febrero de 2024 comencé los trámites requeridos para obtener la habilitación y tener todo en regla. Como contribuyente, me acerqué al Centro de Comercio, pagué la tasa correspondiente, empecé el trámite en el Municipio y ahí comenzó el caos.
Desde hace ocho meses, el expediente ha pasado por idas y vueltas inexplicables. Me han solicitado habilitaciones o permisos inexistentes en otros organismos, los cuales, además, no brindan respuestas digitales eficientes. Esto me ha obligado a pasar horas al teléfono sólo para recibir una respuesta predecible: "Ese trámite no existe".
Tras haber hablado con el director del área y perder tiempo en gestiones inútiles, además de soportar malos tratos por parte del WhatsApp institucional (que, como contribuyente, también ayudo a financiar con mis impuestos), hoy recibí una nueva notificación.
Ahora debo ingresar, mediante mi contador, a la página del Municipio para pagar lo adeudado en Servicios Sanitarios desde el inicio del trámite de habilitación. Es decir, por una demora provocada por ellos, debo pagar intereses en la habilitación de mi local.
Pero eso no es lo peor. Al contactar a mi contador, éste intenta ingresar a la página del Municipio y descubre que no funciona. Se comunica con el área correspondiente y le confirman que la página no anda.
Como contribuyente, me comunico y me indican que haga la liquidación del mes anterior. Vuelvo a informar a mi contador, quien me responde que la página lleva dos semanas sin funcionar.
Síntesis: si tenés todo en situación ilegal, la pasás mejor, salvo que quieras enfrentarte a la burocracia y la inoperancia del sistema sampedrino. Un sistema dirigido por funcionarios, que ni siquiera pueden responder quién maneja los teléfonos destinados a la flota institucional.
Enojo, furia y frustración. Mientras más tiempo no funcione la página, más intereses deberé pagar. ¿Por qué? Por querer hacer las cosas bien y tener todo en regla.
¿Qué nos pasa como sampedrinos? ¿Cuánto más tenemos que esperar para reaccionar ante la inoperancia de la intendencia y sus respectivos directores y subdirectores? ¿Cómo podemos tolerar, como contribuyentes, que nos falten el respeto de esta manera?
El tiempo es dinero. Dinero que uno pierde por no poder estar trabajando, sólo porque debe cumplir con una burocracia absurda impuesta por quienes saben que el sistema no funciona.
Inseguridad, falta de insumos informáticos básicos, páginas que no andan y de las cuales dependemos para mantener nuestros trámites al día. Eso sí: Rentas solo funciona para facturar. No pidas que hagan algo más de lo que les corresponde por ley.
Hace poco, un ciudadano reclamaba su chapa patente y le retuvieron el vehículo por no tenerla, cuando es el mismo Municipio el que no cuenta con los insumos necesarios.
A quien le quepa el poncho, que se lo ponga.
Como ciudadana y contribuyente, estoy cansada de las incesantes burlas de autoridades que cobran su sueldo gracias a nuestros aportes.
Ojalá haya una rebelión en la granja y todos dejemos de pagar. Así, seguramente, los sistemas comenzarán a funcionar porque para cobrar intereses, eso sí que está a la orden del día.
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N. de la R.: la carta fue enviada con pedido de preservación de identidad por una ciudadana que desea habilitar su comercio y que alega no obtener soluciones a su petición.
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