Casa de Ancianos retoma la cobranza de socios y lanza campaña de adhesión
El asilo, que el año que viene cumplirá 100 años, dispuso una persona que recorrerá los domicilios de los socios antiguos y los nuevos para solicitar datos para retomar la cobranza. Además, quienes quieran sumarse para comenzar a colaboarar también pueden hacerlo.
El año que viene la Casa de Ancianos, asilo para adultos mayores ubicado en la manzana frente al Hospital y Bomberos, cumplirá 100 años. En ese marco, tras las consecuencias de la pandemia, la Comisión Directiva anunció que retomará la cobranza de socios y lanzará nueva campaña de asociación.
Desde este lunes, una mujer identificada como Agustina Durañona, comenzará a visitar domicilios de socios antiguos y nuevos para solicitar datos como número de DNI y de teléfono, además de consultar días y horarios más convenientes para que pase por la cobranza.
La Casa de Ancianos, tras la problemática financiera a la que asistió y que llevó en 2019 a una situación cuasi terminal, logró reponerse pero la pandemia la obligó a suspender algunas actividades y a reformular otras.
Ahora, con un nuevo panorama por delante camino al centenario de su fundación, la comisión directiva decidió retomar la campaña de adhesión para que aquellos que siempre colaboraron con su cuota social puedan volver a hacerlo y quienes deseen sumarse también lo hagan.
“Quienes quieran ser nuevos socios pueden venir personalmente, llamar al 426216 en horarios de oficina o escribir al mail de la casa, [email protected]”, informaron a La Opinión.
El 9 de febrero de 1924 se redactó el acta fundacional de la Sociedad Protectora de la Casa de Ancianos de San Pedro, que nació por iniciativa de Alejandro Maino, quien había hecho gestiones para incluir en el presupuesto provincial una partida de 5.000 pesos para la adquisición de mobiliario para el asilo que comenzaría a construirse en dos lotes que donó Carlos Noseda, que era vocal suplente de esa primera comisión directiva.
Ese día se tomó la decisión de tramitar la personería jurídica y se dispuso “dirigir una circular a las personas que, a juicio de la comisión, puedan ser socios”.
El plan fue que la comunidad, con un aporte mensual, contribuyera al sostenimiento de la Casa de Ancianos, que comenzaría a funcionar en un local provisorio hasta tanto se escriturara la donación de los terrenos que hizo Noseda y se edificara la casona en la que hasta ahora funciona la institución.
La escritura del terreno llegó en 1927, cuando la Casa de Ancianos ya estaba en funcionamiento. La familia Reggiani y Ansaloni vendió el lote lindero a los de Noseda para conformar la manzana en la que el asilo está emplazado.
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