En diálogo con Sin Galera el abogado que defiende a la familia adelantó algunos aspectos importantes sobre el camino judicial de la brutal agresión de la que fue víctima Gaspar Rivas al salir de una fiesta hace 3 semanas atrás.

Con cuatro menores imputados por tentativa de homicidio, el trabajo en equipo de las fuerzas de seguridad y del fiscal ha permitido esclarecer en gran medida los hechos, identificando a los principales responsables de la agresión que puso en riesgo la vida de Gaspar.

A pesar de la minoría de edad de los acusados, Aldazábal subrayó: “Por más que sean menores, menores tienen distintas acepciones. Menores de 18 años, para la ley penal la imputabilidad penal aparece a partir de los 16 años para delitos graves”. Esta distinción legal es crucial ya que podrán ser juzgados como mayores con un régimen penal de procedimiento diferente.

El relato sobre lo que se puede ver en uno de los videos de la causa es contundente: “Gaspar va retrocediendo y cuatro personales lo rodean, dos de las cuales le tiran un elemento contundente, una baldosa que rompen previamente y que utilizan para golpear su cabeza, causándole una lesión gravísima”, describió Aldazábal.

Sobre el proceder del hospital Emilio Ruffa, por su parte, remarcó que la familia quiere hacer hincapié en la deficiencia de la atención en la guardia y que ello forme parte de la investigación: “Lo suturan y no logran, es increíble esto, no logran advertir que tenía un hundimiento de cráneo y lo envían para la casa sin ningún tipo de control”.

La fiscalía ha dispuesto una pericia psicológica para el 29 de mayo para los cuatro acusados. En cuanto a la defensa de los menores, Aldazábal aseguró que no ha tenido acceso a su declaración.

Consultado sobre las posibles condenas, manifestó que “las penas que establece el código, por homicidio es de 8 a 25 años, pero si es en grado de homicidio se reduce hasta la mitad. O sea que la pena puede ser de un mínimo de 4 años. En caso de que sean lesiones graves ya serían consumadas, no sería una tentativa porque la lesión ya la tiene, y la pena sería de 1 a 6 años”.

Sobre la posible “disculpa” de los padres de los agresores, el abogado de la víctima recalcó que tal gesto podría influir en la decisión judicial. Sin embargo, hasta ahora no le consta que ello haya ocurrido.

A pesar de algunas dificultades en la recopilación de pruebas, Aldazábal espera una sentencia justa para la familia de la víctima. “Debería haber una sentencia en la cual se establezca una pena alta, si es que no hay un medio alternativo de resolución de conflicto”, subrayó.

Por último, confirmó que no es parte de la investigación la falta de seguridad durante la fiesta tras la que se produjo la agresión, dado que la mayor parte del incidente tuvo lugar fuera del evento.