Caso Umma: cómo es la conexión local del detenido "Pelusa" Rojas y su novia
Hay dos personas que no están identificadas, un auto que fue llevado a una estación de servicio a la madrugada, un hombre que llevó comida al presunto asesino. Quién o quiénes forman parte de la conexión sampedrina.
Si había una guarida apropiada para que uno de los acusados de haber asesinado a la pequeña Umma se escondiese, esa era “el pasillo y el cuarto” que Iván Núñez dijo que alquila en redes sociales.
Según pudo reconstruir La Opinión, quién percutó el arma que disparó la bala letal contra la niña, llegó a San Pedro el martes 23 de enero. ¿A qué hora?
Según quién lo relate, la elección del lugar había sido previamente acordada por mensajes privados de redes sociales y luego whatsapp; según otra línea de investigación un hombre que se movilizaba en bicicleta fue el nexo para la llegada de la pareja de novios al domicilio de calle Almafuerte al 3800. ¿Tenían parientes en la ciudad?
La versión que ofreció Iván Núñez difiere con la de su mamá, la mujer que es propietaria de esa esquina y que reconoció que le pide a su hijo que tenga cuidado ya que esa posibilidad de rentar una precaria habitación con baño compartido y apenas dividida con una cortina de la cocina en la que se la entrevista, es la única posibilidad de contar con un ingreso. La mujer está preocupada porque tiene a su cargo a las nietas y no concibe la idea de haber convivido dos días con el asesino de Umma y su pareja.
“Entro rápido y agachado”, le dijo a Lilí Berardi el jueves cerca de mediodía, sentada al lado de un ventilador y en medio de la conmoción que habían vivido esa madrugada.
“La policía vino como a las cuatro de la mañana, un susto”, refirió respecto a que los efectivos le dijeron que se quede tranquila, ya que ellos venían a buscar Axel “Pelusa” Rojas. ¿Qué había pasado entre la medianoche y el horario en que ingresaron a su casa?
"Los horarios de la cuenta de “X” de la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich son sumamente precisos y no siempre “el que las hace, las paga”.
Hasta allí, algunas cosas concuerdan pero otras generan más dudas. Iván sostiene que Rojas y la novia llegaron en un Corsa blanco y que desconoce de dónde salió “el otro auto”. El otro auto es el que fue llevado o conducido por alguien entre las once de la noche del miércoles y las dos de la madrugada al playón de la estación de servicio de Crucero General Belgrano. Un recorrido raro para el Peugeot gris que hasta que llegaron los policías quedó estacionado al lado de una cisterna. Las fotos que difundió la Policía Federal fueron tomadas por la mañana, cuando Rojas ya estaba detenido. No se tomaron testimonios, no hay cámaras de seguridad y tampoco se formularon preguntas pese a que los agentes estuvieron un buen rato en el lugar. ¿El Peugeot salió de Almafuerte al 3800, transitó hasta Juan B. Justo, luego por 1001 y llegó por Crucero General Belgrano o eligió la Avenida 3 de Febrero?

La imagen es clara. Está tomada desde atrás de la cisterna y muestra el momento en que la policía requisa el rodado que según trascendió fue estacionado ““porque tenía una goma rota”. La ”chica" que lo conducía “se bajó y se fue del lugar”. Nadie pudo confirmar si de allí se fue caminando o si alguien la esperaba en otro vehículo. Esa es la versión más firme que tiene este medio aunque más tarde se hablaba de otro conductor.
De allí en más se abre el silencio sobre su paradero. Según Nuñez estaba con él hasta que “se fue a tomar la combi”; según su madre no la volvió a ver desde la noche anterior. “Le dí para tomar unos mates porque ahí no hay nada”, relató respecto a las casi 48 horas que compartió con la pareja de extraños.
Algo más: el miércoles por la tarde vino “un señor en bicicleta y le trajo dos sanguches”. Este medio observó que tras la detención en el lugar sólo había un balde con una botella de cerveza y otra de plástico.

A la hora del procedimiento nadie preguntó por la chica ni por el hombre que se sabe que funcionó como nexo para convenir las condiciones del alquiler. ¿Eran ellos los que llevaron el auto y luego se fueron con otro destino?. No hay un solo indicio de la presencia de la chica en los momentos previos a la detención. ¿Fue una detención o una entrega?
Las versiones de vecinos indican que la chica vive en San Pedro y que su madre se negó a alojar a su novio “el presunto asesino”. ¿Será verdad?. Al igual que en otros casos, pueblo chico, infierno grande. Todos los domicilios señalados y relevados por este medio, podrían ser “nexo” pero la obviedad suele enfrentarse con el sentido común. Los datos mencionan apellidos y nombres de todos y cada uno de los delincuentes, transas e informantes que al igual que Nuñez casi no tienen nada más que perder. San Pedro, lleva más de dos décadas de disputas de territorios a manos del ingreso de droga que hace escala tanto desde el conurbano como desde Rosario. Las conjeturas sobre una “fuga a Paraguay” casi no resiste análisis.
Lo que es verdad es que hay 48 horas de incógnitas en la investigación y un dato por más de llamativo. Ninguna de las combis de San Pedro tenía un viaje registrado en ese domicilio y hasta la noche del jueves nadie sabía sobre el paradero de la chica y el “colaborador” que les trajo alimentos. Existen dos entradas a la propiedad, una por calle Almafuerte por “el pasillo” y otra por la casa principal. Por esa puerta dijo la madre de Núñez que ingresaron el martes. Primero “él, agachado con una gorrita y rápido”. Hay seis metros entre la puerta y la cortina que conduce al cuarto donde se escondieron.
Cuánto en una investigación quedan tantas preguntas sin respuestas, en una ciudad tan pequeña conviene seguir paso a paso el devenir de la información chequeada, precisa y responsable. No todas las películas son documentales.
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