Causa Proyecto Steel: Martín Oña aseguró en Sin Galera que “el dinero está para construir las viviendas”
Denunciado penalmente por un grupo de personas que contrató a su empresa y que aseguran haber sido estafadas, Martín Oña se sentó ante Lilí Berardi en el programa este sábado y respondió todas las preguntas. Sostuvo que con la mayoría de los clientes está alcanzando un acuerdo y que quienes lo denunciaron tienen intenciones que desconoce. "No estafé ni voy a estafar a nadie", sostuvo.
Este sábado, el responsable de la empresa Proyecto Steel, Martín Oña, accedió a una entrevista con Lilí Beradi en Sin Galera y durante alrededor de media hora estuvo sentado en el estudio para responder en vivo en el programa todas las preguntas relacionadas con la denuncia por “estafa y administración fraudulenta” en la que está involucrado.
Oña relató lo que ocurrió desde que en diciembre del año pasado su socio Diego Pereyra decidió retirarse de la compañía y comenzó una “reestructuración” que implicó demoras en la ejecución de las obras tal como estaba previsto, aunque aseguró que “el dinero está para construir las viviendas”.
“No me preocupa porque no estafé ni voy a estafar a nadie”.
“A partir de mayo empezamos a recibir a todos los clientes, y desde entonces estamos dando respuestas para retomar la construcción”, dijo Oña e informó “Cerramos más de 20 acuerdos con personas que querían saber qué iba a pasar con su casa, nos sentamos y encontramos solución. Hay activamente siete obras empezadas de esos acuerdos y las otras 13 están en proceso de arranque, con fecha”.
Martín Oña y la empresa Proyecto Steel fueron denunciados por 14 personas que consideraron haber sido estafados por el constructor, porque la vivienda por la que desembolsaron el 50 por ciento del monto total de la obra no está en pie ni los materiales fueron acopiados, tal como dijo en Radio Cuarentena el abogado que patrocina a 11 de los denunciantes, Adrián Tellas.

“Tenemos buena predisposición del 85 por ciento de los clientes a los que tenemos que hacerles la vivienda, tenemos en total alrededor de 105 contratos”, sostuvo.
“Acá no hay nada sistemático, no es que nos dormíamos para que las cosas no se hagan”, dijo Oña y rechazó el planteo del abogado, que consideró que se trataría de “una estafa piramidal” por lo que difícilmente alguien pueda recuperar su dinero.
“Esto no es un estafa piramidal, para nada, tampoco considero que me fundí, cada obra tenía su caja para que se ejecute”.
Oña señaló a Ramiro Lascano, uno de los denunciantes que expuso su caso ante La Opinión como “una persona que rompe el esquema y quiere que todo esto desaparezca, que no le hagamos la casa a nadie” y que “empuja al resto”.
“No sé cuáles son sus razones, las sabrá él, pero es un acto totalmente dañino, manda fotos de mi familia, amenaza, yo creo que no tiene ganas de hacer su obra sino que esto se destruya, no sé qué ganaría él con todo esto”, dijo Martín Oña.

El constructor contó que a fines de marzo hubo un “acto vandálico” en sus oficinas, donde, relató, entró un grupo entre los que se encuentran los denunciantes y se llevaron información de los clientes que la empresa tiene en todo el país, a quienes, dijo, comenzaron a contactar para generar paranoia respecto de las posibilidades de la empresa de cumplir con las obras pendientes.
“Con Ramiro Lascano estuvimos reunidos, tratamos de llegar a un acuerdo y no quiere porque cree que soy un mentiroso y que las cosas no van a prosperar, entonces prefiere enloquecer al resto y no dejar que la empresa funcione”, se quejó Oña.
“El dinero está disponible para terminar las obras, hay que sentarse con cada uno y acordar el inicio, las formas y todo”.
Reconoció que pudo haber habido alguna “mala práxis”, así lo llamó, en cuanto a demoras en la ejecución, pero explicó: “Acá hay tiempos de trabajo de arquitectura, de Municipalidad, de gestoría, y todo el mundo sabe cuando cierra un contrato que esos tiempos existen. Todos los contratos tienen un tiempo de ejecución de obra, que no corre desde el día en que firmaste”.
“Hay muchos denunciantes que tienen trabajos hechos que no se cobraron”, dijo y apuntó a otra de las denunciantes que mantuvo contacto con La Opinión, Elizabeth de Dio: “Tiene el 30 por ciento de la construcción que no se certificó porque no se abonó y el contrato es claro con eso”.
“Nosotros nos dedicamos a construir. Estoy sentado acá, tengo la empresa funcionando, estoy en los zapatos de cada uno”, dijo y repitió: “La plata está para construir y para trabajar, estamos diciéndoles a los clientes que nos ayuden, con muchísima gente nos sentamos a charlar y hay otros que no quieren”.
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