Clínica San Pedro: una “casera” de Córdoba está encerrada en una habitación y hay versiones cruzadas sobre su presencia
La mujer, de nombre Carla, está en la habitación 02 del primer piso. Dijo que fue contratada por Alejandro Otero para oficiar como "casera" del nosocomio. Las empleadas de la clínica aseguran que les dijo que se quiere ir pero él no la deja. Ella dijo luego que son las propias trabajadoras las que la hostigan. La Justicia intervino para constatar que no está privada de la libertad contra su voluntad.
Una empleada proveniente de Córdoba, que contrató Alejandro Otero, uno de los presuntos nuevos dueños de la Clínica San Pedro, permanece encerrada en una habitación del primer piso en el marco de una situación confusa y con versiones cruzadas que provocaron la intervención de la Justicia.
Por un lado, las empleadas del nosocomio que permanecen en el edificio en situación “de toma” en protesta por la falta de pago de sus salarios, señalaron que Carla, como dice llamarse la mujer, estaría allí contra su voluntad, sin comunicación con Otero e imposibilitada de irse.
Por el otro, Otero asegura que “ella se quiere ir por la situación que está viviendo” con las empleadas y confirmó que la trajeron “de Córdoba” como “casera” porque en su provincia “estaba sin trabajo”.
“Desde la semana pasada estamos tratando de conseguirle un pasaje porque ella dice que esta gente la dejó tirada, y que no le contestan el teléfono. Además dice que recibió amenazas de Otero”, sostuvo Paula Esquivel, empleada de la Clínica que se comunicó con funcionarios del Gobierno por la situación.
“Lo único que quiero hacer es irme”, dijo por su parte la mujer, desde la habitación 02.
“Ella no acepta que le saquemos el pasaje porque dice que se lo da la hermana”, afirmó y agregó: “El lunes hablamos con el municipio para que le den un pasaje, pero ella no lo acepta”.
La Justicia intervino a través del fiscal Marcelo Manso, quien enterado de la situación de la mujer envió a personal policial a constatar si acaso había algún tipo de privación ilegítima de la libertad. El titular de la UFI 5 dijo que no hay una situación de esas características, pero que de haberla la mujer puede denunciarla a la policía.
La situación de toma de la clínica San Pedro fue denunciada por Otero en Fiscalía. La causa comenzó en la UFI 5 de Manso, pero como podría constituir un delito del tipo relacionado con la usurpación de propiedad, fue derivada a la 7, de Viviani, tematizada en ese tipo de hechos.
Las empleadas sostienen que están en el edificio para cuidar que no haya “vaciamiento” y acusan a Otero de ser parte de una presunta maniobra fraudulenta que no tiene como objetivo reactivar la clínica sino todo lo contrario.
“Este trabajo era para abrir la puerta a la gente. Pero cuando ellas tomaron la clínica ellas me querían tirar a la calle”, dijo la señora de nombre Carla. Me dijeron “te vas o te vas”, acusó. Las trabajadoras la desmintieron y dijeron que hasta le ofrecieron llevarla a sus propias viviendas para que no pase la noche en la clínica.
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