Cocaína “envenenada”: así está el CPA, el Centro Provincial de Asistencia a las Adicciones de San Pedro
Fundado en los años 90, depende del Ministerio de Salud provincial y es un organismo que articula con el Municipio para la prevención y asistencia de consumos problemáticos de sustancias. Funciona con apenas tres personas en el staff, horarios reducidos, pocos recursos y ni siquiera van a cortar el pasto.
La emergencia sanitaria bonaerense decretada por el caso de la denominada “cocaína envenenada” devolvió a la escena los dispositivos de asistencia en consumos problemáticos que tiene el Estado para prevenir y asistir las adicciones, una red que incluye 150 espacios de ese tipo en todo el territorio provincial, entre ellos uno en San Pedro.
Se trata del Centro Provincial de Atención de las Adicciones (CPA), ubicado en Sargento Selada y Lavalle, en un edificio que la Municipalidad cedió para su instalación en los años 90. Con alrededor de 25 años de existencia, el CPA local es el único referente público para el abordaje de problemáticas relacionadas con el abuso de drogas y las adicciones.
El Gobierno provincial difundió la “red de 150 dispositivos de asistencia de salud mental y consumos problemáticos”, entre los que se cuenta el CPA de San Pedro. Por eso este viernes, un móvil de Radio Cuarentena se acercó al organismo para relevar cómo está funcionando en la actualidad.
Al llegar a la esquina se nota que hay un abandono del lugar, al menos en lo que refiere a su espacio exterior: las malezas cubren la profunda zanja que rodea el edificio; mora silvestre e higuerilla tapan la visión hacia el patio, donde el pasto es tan alto que apenas se puede transitar.
Cuando el móvil de Radio Cuarentena llegó, una mujer estaba con una pala de punta en el patio delantero, cortando la mora. Era Viviana Larrea, empleada administrativa y operadora terapéutica, una de las tres personas que se desempeñan en el reducido staff del organismo.
Larrea es quien está de guardia porque las otras dos profesionales del staff, la trabajadora social María Boccardo y la psicóloga Agustina Olivieri, están de vacaciones.
En la puerta hay un cartel que dice que por lo pronto atienden lunes, martes, jueves y viernes de 8.00 a 12.00 y los miércoles de 13.00 a 17.00. Además, hay un abonado telefónico, el celular 15 63 6831, para comunicarse fuera del horario en los que está abierto. La puerta tiene varios vidrios dañados y reparados. En el hall de entrada, unos sillones y afiches relacionados con la tarea que cumplen en el lugar reciben a quien llega.
Las personas que asisten lo hacen por orientación, para comenzar un tratamiento por el consumo problemático de consumo, etc. Además, asisten a familiares de personas con adicciones, que también se acercan para solicitar ayuda.
“La gente reserva su turno con anterioridad y se los atiende los días que vienen”, explicó la operadora terapéutica, que está en el CPA desde el año 1997.
“Algunos pacientes son espontáneos, otros son derivados desde la Justicia, otros desde centros de Salud o desde escuelas”, explicó Larrea, que estaba completando documentación para remitir a la Subsecretaría de Salud Mental, Consumo Problemáticos y Violencias en el ámbito de la Salud Pública.
El CPA sólo tiene esas tres personas para su funcionamiento. No hay maestranza, por lo que deben limpiar el edificio ellas mismas. La Municipalidad, que paga los servicios, es la encargada del mantenimiento, pero hace tiempo que la Secretaría de Servicios Públicos no envía al personal para cortar el pasto y los árboles, por lo que el persona, sin herramientas para ello, debe arreglárselas como pueda para evitar que la maleza cubra el acceso.
En diciembre pasado, desde la Secretaría de Salud municipal intervinieron para el arreglo de baños y del circuito eléctrico luego de un desperfecto que dejó inutilizada la instalación. En ese momento cortaron el pasto y limpiaron el predio. Todo indica que volverían la semana que viene, luego de que el responsable de la tarea estuviera ausente primero por COVID-19 positivo y luego por vacaciones.
El edificio tiene un salón que oficia de administración, donde está la documentación y la computadora del equipo. Luego hay dos cuartos que se utilizan como consultorios y una galería cubierta donde solían hacerse las reuniones de articulación y participación comunitaria, que ahora aguarda una resolución para que el CPA sea también Centro de Día, de manera tal que se extienda el horario de atención.

En Radio Cuarentena, la exconcejala y exsecretaria de Acción Social municipal Ester Noat recordó el proceso que permitió abrir el CPA en San Pedro y destacó la tarea articulada entre Municipio y Provincia para el funcionamiento de ese espacio.
En ese sentido, la dos veces candidata a intendenta cuestionó que el Gobierno local se desentienda de la tarea de ese organismo dedicado al abordaje de los consumos problemáticos de sustancias. “No se puede decir ‘es provincial’ y desentenderse”, señaló.
Ante el caso de la “cocaína envenenada”, el Gobierno provincial dispuso la alerta epidemiológica para que todos los hospitales bonaerenses estén preparados ante la posibilidad de atender a pacientes con síntomas compatibles con el consumo de la sustancia adulterada, porque aunque la problemática tiene epicentro en el conurbano se desconoce dónde se distribuyó la droga en mal estado.
El Ministerio de Salud difundió una serie de recomendaciones para el “consumo cuidado” de sustancias entre las que aparecen consejos como analizar el límite para evitar riesgos, no aislarse para consumir en soledad, no mezclar drogas y asegurarse el origen de lo que se va a ingerir, entre otras.
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