Compraron un lote y no tienen servicios: reflotan las irregularidades de la "Cooperativa Independencia"
Son 50 familias que no pueden acceder a los servicios esenciales para el barrio. Compraron un terreno que no está subdividido, lo que impide avanzar con las mejoras. En 2022 la Municipalidad advirtió que la venta era “un intento de estafa”. Aun así, siguen vendiéndose y quienes adquieren la "parte indivisa" del macizo se encuentran con serios problemas.
La situación de las personas que compraron un terreno frente a la cancha de fútbol del club Independencia, en la zona de Mateo Sbert y General Pueyrredón, continúa siendo problemática al no tener una solución por las características de la operación inmobiliaria de la denominada “Cooperativa Independencia”.
En el programa Sin Galera, Santiago Baldovino, uno de los adquirentes de un lote de tan solo 5,50 metros de frente, dijo que ya no saben cómo hacer para que les autoricen las conexiones de la energía y dotar al barrio de otros servicios.
“Cuando compramos nos dijeron que podíamos acceder a todos los servicios, pero cuando fuimos a la Coopser nos dijeron que no podemos porque los planos no están aprobados”, comentó.
La realidad de esta problemática que padecen 50 familias es que les vendieron un predio sin subdividir. Por lo tanto, son dueños de “un todo”, pero no de una parcela individual.
“Al comprar nos dijeron que el plano estaba aprobado, supuestamente. Y cada vez que vamos a buscar los servicios nos dicen que no hay nada”, remarcó.
Los lotes, cuyas dimensiones son irregulares —el mínimo para lotear es de 10 metros de frente— fueron vendidos a pagar en siete años.
“Hubo una entrega de 700 mil pesos y la cuota es de 110 dólares por mes. Aún hoy siguen vendiéndose. Hace un año y medio que estoy acá, y hay gente que hace más de dos años que está pagando y no podemos avanzar. Tenemos todo comprado, los caños para el agua y las cloacas, y el Municipio no puede hacer la obra por falta de papeles”, dijo Baldovino.

En el predio, los vecinos no detienen la marcha. Mientras esperan una resolución “legal” sobre la normalización del predio que compraron, “la gente está construyendo como puede", dijo.
“Hay quienes piden o alquilan los generadores para poder construir”, detalló y aseguró: “Siguen vendiendo, vienen los vendedores y dicen que está todo bien”.
Los terrenos fueron adquiridos a través de la inmobiliaria del martillero público Juan Diego Basaldúa. "Ellos dicen que están los planos aprobados por el Municipio, pero no podemos hacer nada en las cuatro manzanas”, aseguró Baldovino.
Antes de que aparecieran la inmobiliaria Basaldúa y “un señor de apellido Gomila”, a quien un asesor de ventas en su momento señaló como el dueño del terreno en cuestión, ese predio había sido adquirido por una mujer que reside en España.
Marianela Albarracín, a quien Baldovino nombró en la nota el sábado, dijo a La Opinión que ella había comprado ese terreno a una familia y que estaba a nombre de la sucesión, pero que no llegó a escriturarlo.
Antes se fue a vivir a España y desde allí decidió venderlo. Indicó que lo hizo a la inmobiliaria Basaldúa “por un precio irrisorio”, teniendo en cuenta que tenían que ocuparse de saldar deudas de tasas e impuestos y tramitar la sucesión para proceder a la escrituración.
Tras ello, se olvidó de la situación y se sorprendió el sábado cuando su nombre apareció en la noticia, a pesar de que no tiene relación alguna con el proceso que derivó en la compra de “lotes” por parte de unas 50 familias.
La inmobiliaria Basaldúa refirió en su momento que el terreno tenía un propietario —el comerciante Víctor Gomila— y que cuando en 2022 la Municipalidad advirtió sobre el predio ya no lo tenían en su cartera de clientes, algo que sorprendió a los promotores de ventas que encabezaban las reuniones para captar clientes.

En aquel momento, La Opinión publicó que en los planos difundidos ofrecen terrenos de 6 metros por 25 o de 8 por 12, es decir, sin respetar la normativa vigente que prevé un mínimo de 10 metros de frente.
El entonces secretario de Obras y Catastro, Javier Silva, advirtió que se trataba de “un intento de estafa” porque con esas dimensiones no podrían estar a la venta los lotes, puesto que no hay manera de subdividir. Esa situación no varió hasta el momento.
“Gran oportunidad de llegar a tu terreno, a 5 minutos del centro de San Pedro. Solo con DNI y una entrega de 200 mil pesos ya podés empezar a construir y lo financiás en cuotas de 25 mil pesos. Lotes de 6x25”, decía una de las publicidades en las redes sociales, el lugar por donde promocionaron la comercialización.
En medio de una necesidad, decenas de interesados por contar con un terreno financiado y medianamente accesible compraron con la ansiedad de cumplir un sueño. Por otro lado, para el Municipio se trataba de una “propuesta falsa”, con una modalidad engañosa.
Baldovino y sus vecinos del barrio “Cooperativa Independencia” hoy tienen, como documentación, una cesión de una parte indivisa, que ni siquiera es un boleto de compraventa.
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