El objetivo del aeromodelismo sampedrino es ser sede de la edición 2023 del Mundial y, para ello, lo que ocurrió entre el viernes y martes en el Aeroclub fue trascendental para que la Federación Argentina (FAA) le muestre a la Aeronáutica Internacional (FAI) las bondades del lugar.
El 21 y 22 de febrero llevó a cabo la World Cup para la clase F5J de planeadores eléctricos y desde el 23 al 25 la Copa Tango. La organización estuvo a cargo de la FAA y el único representante local, entre alrededor de 50 inscriptos de diferentes países del mundo como Brasil, Chile, Nueva Zelanda, Estados Unidos, Alemania, Ucrania y Grecia, fue Juan Barros quien lideró en la categoría juniors el primer torneo y en diálogo con La Opinión relató en qué consiste la actividad: “Esto es más teoría que práctica. Hay que conocer bien cómo buscar la térmica, que son masas de aire caliente que suben que permite mantener volando el planeador sin motor, que es en lo que consiste la categoría. Una vez que sabés dónde buscarla, estás bien. Después, es práctica porque tenés mucha precisión en el aterrizaje, tenés un cono y hay que aterrizar pegadito al cono para tener el mayor puntaje. Es básicamente eso”.
Sobre la posibilidad de competir y cómo se preparó, admitió que lo hizo “en dos semanas” pero que “no alcanzan” para estar en el nivel adecuado: “Estuve volando en las horas que mejor térmica hay, que es entre las 10.00 y 14.00. Ahí pude volar, con un solo lanzamiento podés llegar a volar media hora o cuarenta minutos que para un modelo de estos es bastante. A mí siempre me gustó lo que tiene que ver con la aviación, ahora se me pegó lo de los planeadores, me gusta. Hubo una competición nacional hace uns meses acá, vinieron y me mostraron cómo era, me gustó y me dieron ganas de competir”.
Los planeadores son propulsados por un motor eléctrico y vuelan diez minutos hasta que aterrizan en círculos de diez metros de diámetro. Sobre las posibilidades de subirse al podio, aclaró que es una actividad “muy de suerte” porque “el que agarra la térmica es el que vuela”: “Si tenés suerte y agarrás la térmica, podes ser el peor y salir primero. Consiste en suerte”.
Juan tiene 17 años y toda una vida ligada a los aviones. Su papá, Eduardo, es piloto privado y construyó su propia avioneta. “Estoy en esto desde siempre. Desde que nací lo veía a mi viejo construir el avión y es algo bastante normal, la gente piensa que es complicado, pero estudiando lo necesario por internet, no es ninguna carrera, vos poder construir aviones. Te ponés a dibujar, dibujás y podés construir lo que se to ocurra. Son materiales bastante simples como fibra de vidrio, madera y demás. Es bastante normal en el ambiente, fuera del ambiente parece complicado pero es normal”, sostuvo el deportista
La fecha de la World Cup y la Copa Tango, que lideraron Thomas Roessnair de Alemania y Joe Wurtz de Nueva Zelanda respectivamente, fueron claves para que la Federación Aeronáutica Internacional se decida por el Aeroclub como sede del Mundial 2023. En abril de 2019 Argentina presentó en la reunión Plenaria anual de la CIAM en Lausana, Suiza, la postura para ese evento y, con la documentación aprobada, es uno de los candidatos a quedarse con la sede que, en caso de ganar, será San Pedro.
La decisión se conocerá en un mitin que se realizará las próximas semanas. Al presidente de la FAA, Hugo Ernesto Bustos, que estuvo en la ciudad y encabezó el viernes la apertura de la que también participó el intendente interino, Ramón Salazar, San Pedro le gusta por la logística para los invitados internacionales. Entre las bondades sobresalen su proximidad con el Aeropuerto de Ezeiza, el extenso campo de vuelo sin edificaciones en sus alrededores, la infraestructura de hospedajes y la predisposición de la organización.