Continúan los episodios delictivos en la casa deshabitada de Saavedra y Manuel Iglesias
Vecinos de la zona indicaron que, pese a los constantes reclamos, siguen los robos y ataques provenientes de personas que viven dentro de la vivienda ubicada en la intersección de ambas calles. “Nos cansamos de llamar a la policía, pero no vemos pasar ningún patrullero”, indicaron.
Nuevamente, vecinos de la zona de Saavedra y Manuel Iglesias reportaron a La Opinión sobre hechos de delincuencia y la presencia de personas que se esconden dentro de la casa deshabitada ubicada en esa esquina.
La propiedad fue abandonada hace algunos años y luego tomada por delincuentes y gente en situación de calle.
“En los últimos meses estuvimos viendo movimientos raros, gente que entra con cajones de fruta llenos, pero tapados. Personas que entierran cosas en el patio de la casa, linyeras que viven dentro de la construcción y delincuentes que atacan a personas y que salen de dentro de la casa, o de la planta de Santa Rita que está en el patio”, indicó uno de lo vecinos.
En otras ocasiones habían denunciado ataques con gas pimienta y robos a vecinos del barrio y transeúntes que pasaban cerca del lugar. Además de todas las noches escuchar gritos y ruidos de adentro de la vivienda.
Uno de los ataques reportados ocurrió en 2023 cuando un motociclista fue atacado por una persona que salió de la vivienda y le tiró gas pimienta en el rostro.
El otro hecho tuvo lugar por la misma fecha cuando una joven que circulaba en bicicleta pasó cerca de la casa y unas personas comenzaron a gritarle groserías.
En febrero de 2024 ocurrió un intento de robo a una madre y una hija, y en septiembre un hecho violencia sucedió cuando un hombre que pasaba por la zona junto a su hijo y un amigo, que también resultaron golpeados, fue apuñalado en la pierna y golpeado por un delincuente que estaba en la vivienda.
“Todos los vecinos de la esquina de Manuel Iglesias y Saavedra venimos sufriendo hace ya bastante tiempo. Nos cansamos de llamar a la policía, pero no vemos pasar ningún patrullero”, finalizó el joven.
Por el momento, los residentes del barrio continúan circulando con miedo y precaución cada vez que deben pasar cerca de la casa deshabitada.
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