El relato de Antonio, un trabajador de la Cooperativa Alfa que se desempeñaba en la construcción de las 84 Viviendas del barrio Depietri reveló una modalidad de contratación para la ejecución de obra pública por parte de este tipo de empresas.

Antonio asguró que fue despedido y quería cobrar lo que le debían, lo que le prometieron. Asesorado por una abogada que le asignó la Delegación local del Ministerio de Trabajo, remió un telegrama a la cooperativa, que le respondió con una carta documento.

Allí, el Consejo de Administración de Alfa rechazó “en su totalidad” los planteos del trabajador. Negaron la “jornada laboral”, su condición de empleado, el horario que dijo que desempeñaba y las funciones que aseguró tenía como jefe de una cuadrilla.

“Ustes es sociao de esta cooperativa”, dice la carta documento y agrega que, como tal, percibía “los anticipos correspondientes a retonros de excedentes repartibles”. Además, sostienene que no se le adeuda nada por los servicios prestados.

Allí le informan que él no renunció como socio ni la cooperativa ha dispuesto su exclusión como tal, aunque le señalan que fue “sancionado preventivamente por 15 días” hasta el 31 de enero y que el Consejo Administrativo lleva adelante una “investigación” para “luego tomar una decisión definitiva” sobre él.