Creus se enojó con sus compañeros de bloque y el proyecto para no fumar en espacios públicos volvió a comisión
El expediente original contenía muchísimos artículos que fueron retirados en el último dictamen, en la comisión de Seguridad que preside Juan Cruz González. El médico puso el grito en el cielo y el proyecto volvió a las comisiones para ser tratado el año que viene.
El jueves estaba todo listo para que el Concejo Deliberante aprobara una ordenanza para prohibir fumar en espacios públicos con actividades deportivas o educativas, una propuesta del concejal Daniel Creus.
Sin embargo, en la reunión de Labor Legislativa previa a la sesión en la que el dictamen se había incluido en el orden del día, la presidenta del bloque oficialista, Candelaria Cuscuela, pidió no tratarlo sobre tablas y devolverlo a las comisiones, a pesar de que ya había pasado por dos.
Es que Creus se enojó porque le recortaron el proyecto original en la comisión de Seguridad que preside su compañero de bloque Juan Cruz González y puso el grito en el cielo, al punto de advertir que no votaría el expediente así como estaba, lo que hubiera desatado un conflicto en plena sesión.
"Vamos a terminar de redondearla", dijo Creus ante la consulta de La Opinión sobre el pase a Comisión. Fue antes de que comience la sesión del jueves, en pleno recinto, donde le tocó sentarse al lado de Juan Cruz González.
Respecto de la necesidad de alcanzar consensos para aprobar un proyecto viable —el original era tan restrictivo que proponía prohibir fumar en los espacios abiertos de los clubes—, señaló: "Es mi primer año —aunque fue electo en 2021, estuvo de licencia— no lo había observado anteriormente, pero puede ser".
Cuando se lo consultó sobre los recortes que sufrió el expediente, con una risa nerviosa que no ocultó su disgusto, respondió: "Preguntale al presidente de la comisión de Seguridad", que es Juan Cruz González.
"Hay algunos puntitos que en el Ejecutivo querían ver, queremos estar seguros de ajustar, el año que viene veremos de avanzar en ese sentido", dijo, componedor González.
"Lo más difícil que tiene el Concejo, y la gimnasia que uno debe adquirir, es la búsqueda de consensos. Cuando los proyectos se complejizan, tenemos que tratar de buscar una manera de que se dé un paso en el sentido a lo que se busca, que en este caso es sobre lo dañino que es el huno de cigarrillo incluso al aire libre", explicó sobre la labor en comisión.
"No siempre las cosas salen como nosotros queremos", dijo González sobre los recortes del proyecto.
La interna en el bloque y con funcionarios del Ejecutivo no fue tan amable. El tema ya venía caldeado desde principios de año. Creus se enojó y en Palacio se enojaron con él.
"Cuando presentó el proyecto no le preguntó a nadie", dijo uno de los pocos que se sienta en la mesa chica de Cecilio Salazar para tomar decisiones importantes. "Así que quedó dormido, a la espera de ver qué se podía hacer para mejorarlo", agregó.
A Creus no le gustó que el expediente durmiera y apuró el trámite.
Es que el jueves fue la última sesión del año. Por eso resolvió el dictamen en la comisión que él preside, la de Salud, y salió tal como había sido presentado., que incluía hasta sanciones que obligaban a "concurrir al consultorio especializado en cesación tabáquica del Hospital municipal", que coordina el propio Creus.
Sin embargo, cuando llegó a Seguridad, en el Gobierno llamaron la atención sobre el tema. En Palacio no querían avanzar con el proyecto original porque era demasiado restrictivo para aprobarlo sin un consenso amplio ya no en el Concejo sino en la sociedad.
"Era inviable, demasiados actores para ponerse de acuerdo. Para esas cosas hay que trabajar mucho, no es presentar un proyecto porque yo creo que las cosas son así. La política es otra cosa, a veces es difícil entenderlo para todos", dijo un experimentado hombre del Gobierno, cercano al intendente.
Para Creus, el proyecto fue "censurado" y el dictamen que iban a llevar a sesión era "una bazofia" que él no estaba dispuesto a acompañar y menos en silencio.
Esos conceptos deslizó a sus compañeros de bloque, muy molesto porque en otros temas se alcanzaban consensos rápidos y sin discutir demasiado, pero a su proyecto lo podaron tanto que, para él, perdió sentido.
El año que viene se verá, porque hasta el 1 de marzo no hay más sesiones ordinarias. Así que, como dijo Tato Bores y citó Creus: “Mis queridos orejones del tarro, a seguir laburando, la neurona atenta, vermouth con papas fritas… y ¡Good Show!”.
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