Crimen de Naiara: a 10 meses, los detenidos esperan el juicio
Francisco Vlaeminck, Daiana Franco y Mario Franco, los tres acusados del homicidio, continúan detenidos con prisión preventiva. Los dos primeros, en unidades penales, y el tercero en su casa. Fiscalía todavía no elevó la causa a juicio porque sigue produciendo pruebas contra los imputados.
Este jueves se cumplieron 10 meses del crimen de Naiara Durán, la joven de 26 años que fue asesinada en una vivienda de Primera Junta y Bottaro por el padre de uno de sus hijos, Francisco Vlaeminck, y la pareja de él, Daiana Franco, quienes contaron con la complicidad del padre de Daiana, Mario Franco, para tirar el cuerpo en el río, dentro de un tambor de 200 litros.
Los tres están acusados del homicidio con diversos agravantes, entre ellos el de género para los dos varones, y permanecen detenidos con prisión preventiva, una medida que al haber superado los ocho meses de vigencia puede ser revisada por la Justicia.
"Ella está en San Nicolás y él, en Junín; mientras el padre de ella está con domiciliaria", informó a La Opinión el abogado Adolfo Suárez Erdaire, quien tiene a su cargo la defensa particular de los tres detenidos.
El letrado informó que ante las demoras procesales, que consideró "dilaciones" por parte de Fiscalía, solicitará la revisión de la medida de prisión preventiva que pesa sobre sus defendidos, planteo que deberá resolver el Juzgado de Garantías interviniente.
La causa tramita en la Fiscalía N° 7 de María del Valle Viviani, quien todavía no cerró el expediente para solicitar la elevación a juicio, puesto que, según informó el abogado defensor, "sigue pidiendo medidas de todo tipo".
Viviani sostiene que Daiana Franco y Francisco Vlaeminck atacaron a Naiara Durán cuando ingresó a la casa con su moto y nunca más salió. Fue, según la reconstrucción de Fiscalía, con dos armas blancas, una que podría ser un cuchillo y la otra, un punzón.
La mataron en el departamento ubicado a la izquierda de la casa principal de Bottaro y Primera Junta, donde residían como pareja, de siete puñaladas: una detrás de la oreja; dos en el cuello, de las que una dañó la vena yugular; tres en la región entre el cuello y el hombro, que afectaron el lóbulo superior del pulmón; y una en el tórax, a la altura de las costillas.
Luego, según la acusación de Fiscalía, envolvieron el cuerpo en un mantel negro con arabescos blancos y una lona azul y gris, y lo ataron con cables para introducirlo en un tambor de 200 litros cortado un poco más arriba de la mitad que después fue cosido con cables y sogas para ser arrojado al riacho, zona donde fue llevado con ayuda de Mario Franco, en su automóvil.
Para el abogado de los acusados, "hay un prejuzgamiento sin pruebas claras". En diálogo con La Opinión, a 10 meses del asesinato, el defensor particular de Franco Vlaeminck, Daiana Franco y Mario Franco consideró que "no son contundentes las pruebas" en contra de los detenidos.
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