De la decadencia a la restauración: así quedó el patio Interno del Palacio municipal
Tras el pedido de intervención del Museo Histórico y la denuncia pública de este medio, finalmente, el palacio municipal quedó en condiciones. Se rescato, a su vez, un lugar lleno de valiosos patrimonios culturales que estaban en riesgo por el abandono y la acumulación de basura.
Tras varias intervenciones, esta semana se dio a conocer que el patio interno del Palacio municipal quedó en buenas condiciones. En mayo de este año, La Opinión había dado a conocer el estado decadente en el que estaba: lleno de basura y cosas rotas.
La situación tomó conocimiento público tras el pedido de autorización por parte del personal del Museo Histórico Fray José María Bottaro, entidad con el que el palacio comparte una conexión interna, para poder resguardar los atractivos patrimoniales y culturales que estaban en riesgo ante el deterioro del jardín.
Es que además de estar repleto de suciedad, basura y objetos descartados como sillas, inodoros y computadoras en desuso, se utilizaba como espacio de fumadores y estacionamiento de bicicletas.
Hace algunas semanas, el móvil de Sin Galera y La Opinión recorrió el lugar en compañía de la guía turística y voluntaria del museo, Matilde Carreras, quien mostró el mal estado de lo que alguna vez fue un convento franciscano.
"Los atractivos se ven desgastados y degradados", habían advertido desde el Museo Histórico en el texto que elevaron a las Secretarías de Obras Públicas y de Turismo y Cultura, y al Concejo Deliberante.
El plan del Museo era, junto a los responsables municipales, llevar a cabo tareas de mejoramiento y conservación que permitan integrar el patio de Palacio al recorrido guiado para las visitas que la entidad recibe a diario.
Pero días después, trascendió que el jefe comunal Cecilio Salazar decidió intervenir en el asunto y envió directivas para poner el patio en condiciones.
Enseguida, como por arte de magia, se cortó el pasto, se limpió y se removió toda la basura, desde las sillas rotas hasta las telas de arañas.
Finalmente, esta semana se pudo observar el resultado de cómo quedó el lugar donde están depositados muchísimos patrimonios culturales e históricos de San Pedro.
Y que, de no haberse convertido en algo de público conocimiento, tal vez todavía seguiría en las mismas deplorables condiciones.
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