1-Despierta cada día proponiéndote brindar buen trato a todas las personas que se relacionen contigo, dejando de lado tus ideas sobre ellas. Simples palabras pueden cambiar los estados de ánimo de la gente. Un “Buen día” alegra el alma. Recuerda: tus relaciones afectivas son la parte más importante e influyente en tus emociones.
2- Ten conducta. Limpia tus espacios. Comienza por tu habitación, incluso por ti mismo. Si tienes esa capacidad contigo mismo podrás transferirla a tu barrio y tu ciudad. Entiende: las calles, las veredas y su estado actual son el resultado del nivel de higiene que llevamos nosotros mismos en nuestra vida.
3-Intenta realizar tareas en tu hogar. Arreglar un mueble, reparar una perilla o pintar una pared. Si optas esa actitud frente al deterioro la llevaras contigo a todos los espacios en los que te desenvuelvas. Desearás una ciudad bella y serás capaz de reparar aquello que resultaba estar dañado. Piensa: tus actitudes de vida contagian. Si llenas un pozo o cuidas de un monumento, entonces alguien imitará aquello positivo que has hecho. Da el ejemplo.
4- Habla y desenvuélvete con prudencia delante de los menores. Enseña a tus hijos los buenos modales. Los niños imitan tus actitudes de vida. Si aprenden el buen trato, entonces recibirán más de eso. Aprende: una sociedad respetuosa y ordenada no necesita de “mano dura”, policías estrictos ni leyes esclavizadoras. Contamos con instituciones repletas de denuncias y procesos judiciales simplemente por problemas de individuos faltos de conducta. Seamos mejores individuos.
5- Promueve situaciones constructivas. Identifica las problemáticas que te perjudican para ser capaz de buscar soluciones. No utilices la queja ni excusas tales como “yo no puedo cambiar la sociedad” o “es imposible de hacer”. La fatiga y la comodidad son características ocultas de la gente que las manifiesta. Se activo. No olvides: una persona que se moviliza y posee una actitud participativa mejora su calidad de vida.
6-Cuida tu trabajo. Si eres un empleado público cumple responsablemente con las jornadas laborales y las condiciones pactadas, de lo contrario, cede el lugar. Si eres empleador pon a tus trabajadores en condiciones favorables brindándoles seguridad y respetando sus derechos dentro de la ley.
7- No valorices excesivamente tus productos o servicios, si eres dueño de un negocio o empresa. Si pretendes una economía equitativa y equilibrada, no centres tu atención en el enriquecimiento individual exagerado, ya que aquél no promueve el desarrollo de la comunidad. Recuerda: la saciedad material es como un barril sin fondo, nunca llena. Tu felicidad y plenitud dependen de tu crecimiento personal, no material.
8-Respeta a los ancianos y a las personas con discapacidad. Ayúdalos a desenvolverse en la sociedad exigiendo el cumplimiento de sus derechos.
9- Hazte cargo de nuestra situación actual. Manifestaciones tales como “los políticos son todos corruptos” o “esto no cambia más” demuestran la falta de compromiso de quien la repite una y otra vez. Involúcrate, puedes formar equipos de trabajo buscando bienestar social y eso ayudará a tu crecimiento como ser humano. Piensa: si tienes la capacidad de empatizar entendiendo las necesidades de la gente, entonces estarás logrando un cambio positivo de los contextos.
10- Sueña que es posible. Créelo profundamente y llévalo como mensaje. Alguien escuchara tu cometido.
Gracias por leerme.
Franco Chiorazo,
escritor sampedrino, autor de “El protagonista Eres Tú” y “Luis de la Calle”- lí[email protected]