Departamentos en edificios históricos: polémica en redes sociales por los proyectos en el centro
Detrás está la dicotomía de mantener en pie las propiedades que conforman la historia de la ciudad. Los proyectos de dos casonas en el radio urbano fueron el disparador para que la gente se exprese. En ambos casos, la propuesta es conservar la fachada.
La conservación del patrimonio cultural de la ciudad, básicamente el edilicio, se ha convertido en un interesante debate en las redes, marcándose profundamente las opiniones a través de las diferentes generaciones.
Después de conocerse los proyectos sobre dos casonas centenarias, las miradas son opuestas. A medida que la edad avanza, quizás los recuerdos y nostalgias es lo que predomina en quienes pretenden conservar los edificios que seguirán haciendo historia en San Pedro.
Los más jóvenes son quienes piden respeto por la propiedad privada, dejando plena competencia por sobre las normativas existentes.
Por ejemplo, a Ana, que supo heredar una propiedad de varios años, le encanta San Pedro “por sus casas antiguas que le da ese toque señorial. Estaría perdiendo su identidad con los edificios que afean el panorama”.
Fue más allá: “Hay tanto campo en los alrededores, ¿por qué no hacen un barrio solamente con edificios lejos del centro? Sería más inteligente que refaccionar esos antiguos.
De manera casi idéntica lo expresa Mario, quien apunta a la periferia de San Pedro. “Existen un montón de hectáreas donde se pueden construir edificios”.
Por su parte “Tana” fue más explícita sobre su pensamiento. “Una ciudad con un casco histórico que vienen a visitar, sin las casas que la componen, ya no tiene casco histórico. Eso se llama patrimonio y es de todos".
“Una ciudad con problemas de presión de agua, si le edificás departamentos que acumulan varias viviendas que van a necesitar ese recurso, seguramente traiga problemas para el resto”, agregó.
Además, señaló que "la ciudad no tiene cañerías en condiciones y se tapan las cloacas cada dos días. Con esto solo ganan los que están detrás. Hay que pensar en comunidad. No da para hacer un complejo de departamentos y menos destruyendo una zona donde el valor se lo da, justamente, el casco histórico”.

En cambio, para Gustavo “en vez de firmas podrían juntar billetes, comprar la propiedad y cuidarla. Ya hay un antecedente con el caserón de Belgrano y Balcarce. No ocurrió una desgracia por milagro”.
María Cecilia dijo que hay que dejar desarrollar. “Después terminan siendo lugares abandonados que nadie quiere recuperar. Hay más de uno en San Pedro por oponerse al progreso. Paso con las empresas, con edificios, con el puerto, con un montón de cosas”.
Por su parte Luis sostiene que no es barato mantener y restaurar esas casas. “Hay que hacerlo constantemente y poca gente está dispuesta, pero al que le guste ese tipo de propiedad tendría que comprar alguna y mantenerla. Es muy fácil dar ideas cuando el capital en juego es ajeno”.
En línea con lo que reza la Ordenanza “San Pedro 2000”, Elizabet se mostró partidaria de “dejar la fachada del edificio y las reformas por dentro. Sería lo ideal”.
Silvina hizo un aporte, en consonancia con lo que ocurre en otras ciudades del interior del país: “O renueva el propietario o se hace cargo el Estado. Elijan”.
Muchas ciudades crecieron con criterios similares. La preservación de un casco antiguo es absolutamente respetada, y muchos edificios son considerados patrimonio cultural de estos pueblos.
Pero sobre estos, el Municipio tiene consideraciones: eximición de tributos, como tasas y derechos de construcción para que la mantención no genere gastos extras a quien debe invertir para sostener en pie la propiedad.
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