Desalojos, clausuras, fiestas clandestinas y cierre por voluntad propia de bares y boliches
Por la noche y la madrugada las denuncias estallaron, a la habituales fiestas en una casa de familia ya sancionada varias veces se sumaron encuentros en una quinta camino a Vuelta de Obligado, reuniones con exceso de asistencia en los clubes que no pudieron ser controladas y otros festejos que se organizaban como “despedida por el toque de queda” que empieza el lunes a la una de la madrugada.
La fiesta clandestina con más concurrencia fue nuevamente en un domicilio de la calle Joaquín V. González que fue desbaratada varias veces por la policía y que provocó el traslado de su organizador nuevamente para anexar un nuevo expediente a la causa que se tramita en la Justicia Federal por violación al artículo 205 del Código Penal que impone sanciones a quienes provoquen acciones que ayuden a la propagación del virus. Los vecinos se mostaron indignados y además de los llamados, enviaron fotos y videos de lo que sucedía en el barrio donde en la madrugada del 25 de diciembre se produjeron hechos similares.
Varios bares como El Bodegón o Holly, decidieron cerrar sus puertas y perder la noche de trabajo como ya lo habían hecho para las fiestas de Año Nuevo tras haber sido clausurados en Navidad. “No podemos controlar la situación y la gente no entiende, es más un problema para nosotros y el personal que tenemos que para los que no se quieren ir a la hora que deben retirarse y se quedan en la puerta”, señaló el tltular de uno de los locales comerciales que durante la pandemia estuvo 8 meses sin poder trabajar.
Otra reunión clandestina se produjo en la zona del Barrio El Durazno, frente a El Fortín. “Estamos en aumento de casos y contagios y no se hace nada además de no dejarnos tranquilos a los que vivimos acá”, dijo una vecina que llamó para radicar su queja.
Club Zero, el que fue habilitado en tiempo record como bar porque antes era boliche tenía en el interior y en la vereda una cantidad de gente sin protección que obligó a la policía a las 2.40 de la madrugada a solicitar que se dispersen, la terraza del Hostel del Centro fue también denunciada y Anton -uno de los que más protocolos quebrantó desde que se levantaron las restricciones y más trabajó- fueron registrados por las autoridades no por el “toque de queda” sino por haber violado los protocolos que impone el aislamiento para autorizar las aperturas.

En la costa, por un lado Pescadores con la obra de teatro y Náutico con reuniones en los quinchos también generaron fastidio por la falta de cuidados, pero en ambos casos actuaron dentro del marco que impone el nuevo decreto de la Provincia de Buenos Aires, ya que las reuniones de hasta 10 personas empiezan también a regir desde el lunes.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión