El trabajo policial, judicial y de los organismos que actúan en casos de violencia de género registra avances en la velocidad con la que se logra detectar e incluso detener a quienes violan restricciones perimetrales. Cobra entonces importancia radicar las denuncias, acercarse a la Comisaría de la Mujer e intentar revertir situaciones que hasta hace algunos años eran ignoradas o incluso catalogadas como hechos habituales de conflictos de pareja o familiares.

La reflexión apunta a no ignorar lo que sucede y extremar la prevención o acudir en ayuda de las víctimas que no siempre pueden sostener su situación de alejamiento de los victimarios. Este fin de semana, dos casos ocupan el encabezamiento del parte policial.

El primero de ellos se registró en un domicilio de calle San Martín poco antes de las nueve de la mañana del domingo. Un llamado de emergencia al 911 alertó a los efectivos que concurrieron al hogar de una mujer cuando su ex pareja, tras romper la puerta de acceso, ingresó para golpearla y amenazarla de muerte. Las lesiones fueron calificadas como “de carácter leve” y la víctima fue inmediatamente trasladada y asistida en la Comisaría de la Mujer. El hombre fue alojado en la comisaría por orden del Fiscal Marcelo Manso.

Pasado el mediodía, nuevamente esa unidad fiscal tuvo que disponer otra aprehensión. Otro llamado de emergencia disparó el alerta en la localidad de Río Tala cuando un hombre de 27 años arremetió a los golpes contra su pareja; una joven de 22 años. Sucedió en la intersección de las calles Camelino y Belgrano. A las consecuencias de las lesiones que la mujer sufrió en su rostro se sumó la resistencia de su victimario al procedimiento policial.