El adiós del Centro Cultural Aníbal De Antón para Juan Carlos Tapia y Rubén Maseroni
El artista plástico y el músico fallecieron en los últimos días. Desde el grupo de impulsores de actividades culturales expresaron la tristeza por haber perdido a "dos grandes amigos, compañeros y artistas enormes".
La cultura local perdió en los últimos días a dos refererentes relevantes: el artista plástico Juan Carlos Tapia, que falleció el 21 de abril, y el cantante y guitarrista Rubén “Flaco” Maseroni, el 25. Ambos fueron recordados por los integrantes del Centro Cultural Aníbal de Antón, del que siempre fueron cercanos.
El texto para despedir a “dos grandes amigos, compañeros y artistas” fue compartido en las últimas horas por los integrantes del grupo, quienes expresaron su tristeza por el deceso de ambos referentes de la cultura sampedrina. A continuación, se reproduce completo:
Nos sentimos muy tristes porque en pocos días perdimos dos grandes amigos. Los vamos a extrañar muchísimo. Compañeros y artistas enormes que dejan un vacío difícil de llenar, no sólo para el centro cultural sino para toda la ciudad de San Pedro.
Juan Carlos Tapia, Charly, fue un artista plástico con creaciones brillantes. Sus últimas obras fueron las tapas del libro del escritor Eduardo Campos sobre la vida de Petrona Simonino y del libro de poesía de Marino Fabianesi, donde además contribuyó con los dibujos del interior, y un exquisito trabajo sobre “El boliche de Laso”, de Río Tala, que próximamente se colocará en el lugar en un acto que reconocerá su valor histórico.
Como integrante del centro además participó activamente en todos los murales que realizamos. Charly fue un tipo con valores, lleno de ideas, interesado en rescatar la historia como patrimonio cultural, y visibilizar los personajes olvidados por el discurso oficial. Un capo total.
Rubén Maseroni, el flaco, fue un gran cantor, músico e intérprete. Y un tipazo. Sus cualidades humanas competían con sus virtudes artísticas. Hacía docencia explicando la historia de cada canción, con un conocimiento tan amplio que siempre cautivaba a sus interlocutores.
Desarrollaba actuaciones extraordinarias, siempre con pasión, dejando todo en el escenario, con una afinación precisa y un repertorio pensado y excepcional. Fue jurado tres años en el Pre Festival de Baradero con otros artistas de primer nivel. Apoyó incondicionalmente no sólo al Aníbal de Antón, sino a todas las instituciones, en cada actividad organizada en defensa de la cultura popular y los derechos humanos.
Ambos mostraron siempre la generosidad de los grandes. El Centro Cultural les envía un sentido pésame a familiares y amigos. Y hace propias las palabras del poeta Hamlet Lima Quintana para recordarlos:
“Hay gente que con sólo decir una palabra enciende la ilusión y los rosales, que con sólo sonreír entre los ojos nos invita a viajar por otras zonas, nos hace recorrer toda la magia. Hay gente que con sólo dar la mano rompe la soledad, pone la mesa, sirve el puchero, coloca las guirnaldas. Que con sólo empuñar una guitarra hace una sinfonía de entrecasa. Hay gente que con sólo abrir la boca llega hasta todos los límites del alma, alimenta una flor, inventa sueños, hace cantar el vino en las tinajas y se queda después, como si nada. Y uno se va de novio con la vida desterrando una muerte solitaria, pues sabe que, a la vuelta de la esquina, hay gente que es así, tan necesaria”.
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