El Municipio no puso la Bandera a media asta por el aniversario del atentado a la Amia, declarado duelo nacional
Desde ahora rige una ley que establece que el 18 de julio es Día de Duelo Nacional en homenaje a las víctimas del atentado terrorista" perpetrado en 1994. A 30 años, el recuerdo del bombero sampedrino Patricio Pérez, que participó del rescate de personas.
Este jueves se cumplen 30 años del atentado a la sede de la Asociación Israelita Argentina (AMIA), perpetrado el 18 de julio de 1994 y en cuya conmemoración el Congreso sancionó una ley que establece la fecha como "Día de Duelo Nacional" en homenaje a las víctimas.
La normativa, sancionada a principios de mes y promulgada hoy en el Boletín Oficial, establece que “la Bandera Nacional permanecerá izada a media asta en los edificios y lugares públicos”. En San Pedro no se hicieron eco.
En el Palacio municipal, el Pabellón nacional ubicado en el mástil frente a la puerta de acceso a la zona de la Secretaría de Gobierno y el despacho del intendente estaba a tope, a pesar de la normativa vigente.

Así lo constató La Opinión este jueves, cuando el móvil recorrió la cuadra de Pellegrini al 100 para informar acerca de las tareas de armado del escenario para la Fiesta de la Naranja de Ombligo, que tendrá lugar durante sábado y domingo.
El Gobierno local recordó la fecha en sus redes sociales, con un posteo similar al que hace ante distintas efemérides.
El mayor atentado terrorista de la historia del país ocurrió a las 9.53 de la mañana y dejó 85 víctimas fatales y más de 300 heridos.
A 30 años, la causa no tiene condenados y el Estado argentino fue cuestionado a nivel internacional por encubrimiento.
El sampedrino Patricio Pérez, que en ese momento se desempeñaba como bombero de la Policía Federal, participó como rescatista en el horror de aquella jornada.
Había entrado a la guardia a las 8.00 de la mañana en el cuartel quinto de Belgrano. Volvía de la panadería donde había ido a comprar algo para desayunar cuando con sus compañeros escucharon un ruido a lo lejos: era la explosión.
Las dotaciones de Bomberos fueron rápidamente convocadas la zona de Pasteur 633, donde estaba el edificio de la mutual judía. A Pérez le tocó ir de noche. Estuvo entre las 22.00 y las 10.00 del día siguiente.
En 2010 le contó la experiencia a La Opinión. "Era una noche de mucho frío. Cuando llegué, miré todo el edificio. Empecé a trepar una montaña gigante de escombros y empezamos a buscar gente. Los que estaban ahí venían y te decían: ¿Y mi mamá?, ¿y mi hermano?, ¿y mi papá?", recordó.
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