El policía detenido por homicidio e involucrado en compraventa de autos mellizos pidió “legítima defensa” como carátula
Acusado de homicidio agravado, los abogados de Jorge Luis Correa sostienen que actuó "en legítima defensa" cuando llevó la Duster a Tigre y las personas a las que se las iba a entregar quisieron asaltarlo. Desde Morón, donde permanece detenido, aseguró a La Opinión que no sabía que la camioneta era "melliza" y que también desconocía el origen ilícito del Gol que secuestaron en su casa.
El policía sampedrino Jorge Luis Correa, que era segundo jefe de la Comisaría primera de Zárate, permanece detenido en Morón acusado de homicidio agravado e involucrado en una red de compraventa de autos mellizos luego de que el 8 de marzo pasado disparara con su arma reglamentaria a dos personas en Tigre, cuando fue a entregar una camioneta Renault Duster que tenía pedido de secuestro por robo.
Desde la celda donde permanece alojado, Correa le dijo a La Opinión que desconocía el origen ilícito de esa camioneta así como del Volkswagen Gol que secuestraron en la casa de un familiar de él y que había adquirido un mes antes de que lo detuvieran. Sostuvo su inocencia y aseguró que esa noche en la que isparó con su arma reglamentaria lo hizo “en legítima defensa”.
Jorge Correa está detenido con prisión preventiva y aguarda una resolución judicial respecto de la solicitud de arresto domiciliario que elevaron sus abogados, los reconocidos Leonardo Sigal y Pablo Becerra, socios de un estudio jurídico de Moreno que suelen aparecer en los medios de comunicación y que en su momento rechazaron ser defensores del acusado por atentar contra la vida de la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Los defensores particulares del policía sampedrino solicitaron además un cambio de carátula en la causa, puesto que la fiscala María Virgina Toso lo acusa de homicidio agravado por su condición de miembro de una fuerza de seguridad. Los abogados sostienen que Correa actuó “en legítima defensa”.
“No tuve intención de matar a nadie”
El policía aseguró desde su celda en Morón que hay “conversaciones entre los delincuentes” a los que iba a entregar la camioneta en la que, según refirió, quedaría en evidencia que “habían premeditado un robo” y que lo “iban a matar”.
“Mi situación es complicada, pero pudo haber sido peor. Hay una legítima defensa”, aseguró Jorge Correa.
Sigal y Becerra pidieron a la Justicia las imágenes de las cámaras de seguridad del Municipio de Tigre que debería haber tomado todo lo que ocurrió la noche del 8 de marzo en la YPF de ruta 202 y colectora de Panamericana, en Don Torcuato, donde Correa llegó en la Duster verde.
En su declaración indagatoria, Jorge Correa dijo que Daniel Alberto Garay, alias “Ventanita”, y José Ovando, dos conocidos delincuentes de esa zona del conurbano, se subieron a la camioneta, uno en la parte de adelante y el otro atrás.
“El que iba atrás me puso un cuchillo en la garganta y me hicieron manejar hasta donde no habia gente para matarme”, dijo el policía.
Oficial principal de la Bonaerense, Jorge Correa llevaba encima su arma reglamentaria. En su relato señaló que cuando lo empezaron a revisar logró zafar de la amenaza del cuchillo, salir del vehículo y sacar su pistola. Efecutó tres disparos “para repeler la agresión”, según su declaración.
“Ventanita” Garay recibió dos disparos de frente y cayó a los pocos metros, cuando intentaba escapar corriendo. Murió en el acto. Ovando fue herido en una pierna. “Nunca tuve intención de matar a nadie”, le dijo Correa a la fiscala del caso.
El policía aseguró que huyó de la escena sin dar aviso sobre lo ocurrido porque “supuestamente había un Honda Civic con más delincuentes”. De la escena del hecho, volvió a San Pedro. Su paso por el peaje de Lima quedó registrado.
Sus abogados volvieron a pedir las imágenes de una cámara de seguridad que hay en la esquina donde Correa disparó su arma reglamentaria. “En las pericias dijeron que el video no está disponible, mi abogados insistien en que aparezca”, dijo el detenido a La Opinión.
“Caí en una trampa”
Cuando la DDI de Tigre vino a detener a Correa por el homicidio hubo una persecución desde la zona de su casa, en Las Provincias al 900, hasta Pellegrini y Arnaldo, donde interceptaron la Duster con un joven identificado como Joaquín Walker, de 19 años, y su novia, de 18, a bordo.
Walker era el presunto dueño de la camioneta. Correa la llevaba a Tigre para intercambiarla por otro vehículo, que le iba a comprar a Walker. Esa Renault Duster tenía pedido de secuestro activo. Había sido robada a mano armada en junio de 2018. Tenía la patente duplicada y los vidrios con el número adulterado.
En su declaración, Correa dijo que no sabía que el vehículo era “mellizo” y que él sólo había ido a Don Torcuato para hacer el intercambio por el otro coche, que iba a comprarle a Walker. Lo que llamó la atención es que en San Pedro, en la casa de un familiar en Caseros al 1400, la DDI de Tigre secuestró un Volkswagen Gol Trend azul que también resultó ser “mellizo”.
El policía refiere una “mala compra” con es vehículo. “Lamentablemente caí en una trampa”, dijo.
“Lo tuve solo un mes al Gol”, dijo Correa a La Opinión. “Lo tiré por via radial de policía y me arrojo resultado sin impedimentos, todavía no realizaba la verificación policial porque no me alcanzaba la plata”, señaló.
“Lo compré de buena fe”, señaló sobre ese coche y explicó que para ello entregó un Peugeot 307 un Fiat Siena, “todo legal”, sostuvo. “Fui estafado”, se quejó y apuntó a Walker como el responsable de los “negocios de venta de autos robados”.

“Legítima defensa”
Jore Luis Correa está detenido en la Comisaría quinta de Morón, ubicada en la localidad de Villa Sarmiento. Allí hay un espacio destinado al alojamiento de efectivos policiales y de otras fuerzas en conflicto con la ley penal.
Allí mismo fue a parar la semana pasada el policía que disparó por la espalda contra un delincuente que le robó la moto en Moreno, cuyo caso devolvió el debate sobre los alcances de la “legítima defensa”.
“Estuvo 10 minutos y lo dejaron en libertad, con la misma carátula que tengo. Estoy indignado, la policía me dejó totalmente desamparado y la Justicia no es igual para todos”, se quejó en sus redes Jorge Correa tras ese caso.
Detenido con prisión preventiva e imputado por homicidio agravado, a casi tres meses de la noche del hecho, Correa aguarda la resolución respecto del pedido de arresto domiciliario y que la Justicia ponga en análisis su planteo de que actuó “en legítima defensa” cuando disparó su arma reglamentaria.
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