Ocurrió la semana pasada en la Escuela Secundaria Nº 7, después de que un grupo de alumnos advirtieran acerca de la situación a los docentes, quienes actuaron de acuerdo a lo que establece la guía de orientación en situaciones de conflicto vigente, que indica que pese a que la aparición del arma puede generar “conmoción y peligro”, no debe tratarse de tal modo a la persona que lo tenga en su poder, “sino como un ser de la comunidad”, ya que “se ha introducido el problema del arma y la potencialidad de la agresión”.
En ese sentido, el Ministerio de Educación recomienda “realizar un debate serio” y abordar con “las familias y los vecinos de la comunidad y en espacios de talleres y mesas de participación comunitarias la problemática de la tenencia de armas en los domicilios y los recaudos de cuidados necesarios”.
La publicación de la noticia generó un sinfín de comentarios en los que se criticó desde las docentes y la educación hasta el núcleo familiar del adolescente involucrado y a la sociedad en general.
Directivos de la Secundaria Nº7 manifestaron que no es la primera vez que sucede un hecho de estas características.